Hablando de otra cosa
Terror en Chernobyl es uno más de los productos post Actividad paranormal, incluso, el responsable de su escaso guión es Oren Peli, director (y creador en general) de la primera película de la saga de los fantasmas esquivos a las cámaras familiares y las eternas elipsis. No me voy a detener a hablar mal de Actividad paranormal, porque me gusta y además creo que en el balance general sigue siendo mayor su efectividad que su carencia de verosimilitud. Y sin embargo, tampoco quiero detenerme más de lo necesario con Terror en Chernobyl, porque es mala e intrascendente por algunas razones que inmediatamente intentaré explicar, para luego hablar de otra cosa: [REC 3] Génesis.
Sobre Terror en Chernobyl.
Entonces, decíamos que Terror en Chernobyl es otra de las herederas de Actividad paranormal. En principio estamos hablando de la forma de contar la historia, filmada con la famosa “cámara en mano” con un artefacto digital corriendo con los protagonistas. Pero, a diferencia de otros films del mismo estilo, aquí no es un protagonista quien va filmando sin parar, ni las cámaras de seguridad de algún edificio, ni la cámara web que quedó prendida y registro todo. No, sólo se utiliza el aspecto de este tipo de filmaciones en crudo. Con esta elección los autores se liberaban de los límites autoimpuestos por el subgénero, y no debían apelar a estupideces para que los personajes sigan filmando. Y a pesar de todo, el director Brad Parker (quien ha trabajado en efectos especiales de muchos films como Let me in, 2010 y hasta esa locura llamada Lake Placid de 1999), se choca con un guion inexistente, como si los guionistas hubieran pensado: “un grupo de turistas norteamericanos imbéciles, van a conocer una ciudad abandonada post incidente de Chernobyl, y ahí vemos qué onda”. Se sugiere que el peligro son zombies o animales alterados por la radiación, la misma radiación, o vándalos y delincuentes, en fin, para cuando se deciden ya no importa, la película se pierde en estos potenciales, y es incapaz de despertar nuevamente el interés. Es que, parece imposible luchar contra el principal atractivo del género: películas hiperbaratas que funcionan demasiado bien en taquilla.
Sobre [REC 3] Génesis.
La tercera parte de la saga española REC, iniciada por Jaume Balagueró y Paco Plaza, es también una de las herederas de aquello de filmar “cámara en mano”. Con una potente primera parte y una irregular pero interesante segunda parte, REC se ha mantenido sólida y rebosante de ideas en cada una de sus entregas. La tentación de escribir sobre la tercera parte de la saga surge porque, hasta ahora, tres de las cuatro películas estrenadas del subgénero que estamos tratando han sido particularmente flojas (Con el diablo adentro, Donde habita el diablo y Terror en Chernobyl). Entonces me parece justo reseñar la única que está bien, y que por diferentes causas (sobre todo su intrascendencia y estreno tardío en Mar del Plata) no ha tenido reseña en FANCINEMA. Continúen leyendo que va a ser corto, lo juro.
REC 3, pasados los primeros minutos del film Paco Plaza, explicita fuertemente su intención, destruye la cámara del protagonista y comienza su film convencional de zombies. Abandonando la atmósfera espesa y llena de peligro de las anteriores entregas de la saga, Plaza va transformando su versión del comienzo de la historia en un homenaje guarango a los films de Romero (el padre nuestro de los zombies) y con rastros de aquella película maravillosa de los ochenta dirigida por Dan O´Bannon (El regreso de los muertos vivientes). Llena de humor, mala leche, gore y un cura leyendo el libro génesis por unos parlantes gigantes que al parecer atonta aún más a los zombies (al parecer leer la Biblia atonta aunque no seas zombie), [REC3] Génesis es una de las películas más divertidas de este año y que demuestra que para hacer algo mejor sólo hay que guardar la cámara de aficionado y ponerse a filmar de verdad, con ideas y un poco de talento.