EDUARDO SÁNCHEZ uno de los realizadores de la seminal EL PROYECTO BLAIR WITCH, retoma la dirección en solitario, con este filme de horror que parece un subproducto de aquella famosa película. Es decir aquí también, el recurso de la cámara en mano, y la estética amateur/homevideo juega un papel fundamental en la realización. El problema es que a diferencia de BLAIR WITCH la fórmula ha sido utilizada en estos años hasta el cansancio, y ya no resulta ni original, ni terrorífica.
Sin sutilezas, actoralmente pobre, reiterativa, resulta una oportunidad desperdiciada de instalar dentro del séptimo arte un monstruo no muy utilizado por la cinematografía como el PIE GRANDE. Una fórmula gastada que puede despertar más curiosidad que horror.