La próxima no vuelvas
Segunda entrega del pueblo maldito Silent Hill donde ahora la pequeña Sharon es una adolescente que vuelve al pueblo con el objetivo de rescatar a su padre de las garras de un temible culto. Si la original logró ser una gran película, ésta definitivamente retrocede por completo todo lo conseguido. Una trama carente de sentido, monstruos absurdos y una completa falta de desarrollo en la historia hacen de "Silent Hill 2: La revelación" un enorme mamarracho infantil donde el terror brilla por su ausencia.
Esta película es el perfecto ejemplo de las dificultades que contrae trasladar un videojuego al cine. Cada escena es construida como un nivel del juego donde la protagonista debe superar a un monstruo (o similar) con tal de poder seguir avanzando en la historia. De ahí que el espectador rápidamente se dará cuenta que no hay trama, el relato se construye en base a escenas independientes que poco tienen que ver unas con otras. De esa manera secuencias donde una araña hecha de maniquís o unas enfermeras sin rostros amenazan la integridad de la protagonista van a ser momentos de escasas emociones, ya que a pesar del terror que puedan provocar, una vez superados van demostrar la falta de objetividad de su presencia en la película.
No obstante, la poca historia que trae "Silent Hill 2" es una torpe mezcla de lugares comunes del cine de terror. La familia atormentada, el romance adolescente, el culto sangriento o el famoso "No entres ahí" esta presente en la película de la peor manera imaginable. Tal vez sea la absoluta falta de pasión/química en el romance o el más estereotipado culto, lo que hacen de la película algo totalmente aberrante, pero es la completa ineptitud a la hora de resolver cada una de las escenas la auténtica razón de porque "Silent Hill 2: La revelación" es un verdadero desastre.