Padre e hija huyen de su destino, y de fuerzas peligrosas los persiguen ¿Lo lograrán?
Con el guión y la dirección de Michael J. Bassett ("Cazador de demonios: Solomon Kane", 2009; “Deathwatch”2002), llega esta nueva entrega a la pantalla, la secuela de la película de “Silent Hill”, del 2006, esta última dirigida por Christophe Gans, basada en la serie de videojuegos de “survival horror Silent Hill 3” de Konami.
Después de lo sucedido en Silent hill (la primera de la saga) Rose Da Silva (Radha Mitchell) queda atrapada y suele ponerse en contacto con Christopher (Sean Bean) a través de un espejo. Su misión es llevar fuera del mundo de Silent Hill a su hija Sharon (Erin Pitt), esta usa un amuleto, regresa al mundo real y pierde la memoria. Tiempo más tarde su padre le dice que su madre murió en un accidente automovilístico, aprovechando que ella no recuerda nada.
Ellos para protegerse debieron cambiar sus nombres ahora son: Heather Mason (Adelaide Clemens) y Harry Mason (Sean Bean), la protagonista tiene 17 años y se encuentra perseguida por terribles pesadillas y alucinaciones de Silent Hill, (Y les puedo asegurar que a nadie le gustaría tenerlas).
Su padre es su protector e intenta desesperadamente una vida normal, lejos de ese lugar, ella concurre a la escuela pero sus pesadillas continúan, van y vienen, su relato va en distintos tiempos, en tres diferentes planos, mensajes y personajes oscuros. Se encuentra con Douglas Cartland (Martin Donovan), un ser misterioso, Vincent (Kit Harington), un extraño estudiante que lo conoce en su primer día de escuela. Se dan una serie de acontecimientos extraños hasta la desaparición de su padre. Ahora ella debe salvarlo y conocer todo sobre su verdadera identidad.
Hasta acá un breve comentario. Es buena como la primera, a pesar de que ese momento era la novedad, es una buena secuela, muy entretenida para los que les gusta el género. Hay monstruos, una buena carnicería, bien gore, cuerpos mutilados, y llena de efectos especiales. El formato 3D ayuda a disfrutar mejor las escenas en las cuales la sangre salpica, y no faltan los largos pasillos tétricos, un parque de diversiones macabro y los secretos. Pero para los conocedores no asusta ni te hace saltar en ningún momento.
Las actuaciones de Adelaide Clemens es correcta como una adolescente angustiada y aterrorizada, además realiza un doble papel; la actriz canadiense Carrie-Anne Moss (“Matrix”; “Paranoia” y la serie de televisión “Dark Justice”) aterradora como Claudia Wolf, bien mala y líder de la Orden; Sean Bean que está correcto no tiene un papel para destacarse demasiado, una lástima; Kit Harington bastante acartonado y Malcolm McDowell estupendo. Los conocedores del juego la van a disfrutar más, y los fanáticos que se queden tranquilos porque la historia continúa: hay Silent Hill para rato.