Una película que tiene a Darín en un protagónico absorbente, ideal para sus admiradores. Se luce como un abogado criminalista, que no ejerce, que da cursos de posgrado en la universidad y que se obsesiona con un crimen y su resolución.
Buen elenco, también se luce Alberto Amman, un argentino que se formó en España. Entretiene, sin pasos en falso, un desafío de voluntades y perversión.