Este es el segundo largometraje dirigido por Hernán Goldfrid (Música en Espera), quien vuelve a elegir un buen elenco: Ricardo Darín, Arturo Puig, Alberto Amman, Fabián Arenillas, Antonio Ugo y Calu Rivero en su debut cinematográfico.
Narra los momentos que le tocan vivir a un abogado con una importante trayectoria: Roberto Bermúdez (Ricardo Darín) alcohólico, separado y retirado de la profesión, quien ahora dedica unas horas a la docencia en un Seminario sobre Derecho Penal.
Su vida afectiva no se encuentra en su mejor momento, da estas clases pero también cuestiona las mismas diciendo que -"los pibes bajan todo por internet, les preguntas que es un hecho jurídico y no tienen ni idea"; uno de sus amigos le dice-"Que hay que dejarles a los hijos un mundo mejor” y él arremete con –“A los treinta laburas por un puesto a los cuarenta por la guita y los cincuenta por el prestigio".
En su primer día de clase le aclara a sus alumnos como es el programa, diciendo “el que vino hacer contactos está en el lugar equivocado, el estudiante crónico necesita terapia, no un post grado, el que cuestiona todo me resulta insoportable pero el que no cuestiona nada no tiene futuro como abogado”. “Son ocho clases, ocho semanas y dos mil quinientas páginas de lectura obligatoria y más de tres mil de lectura complementaria, cada uno de ustedes deben presentar una tesis de un tema que eligieron en el transcurso del seminario y una sugerencia: aprovechar su enseñanza”.
Un día durante una de sus clases se encuentra entorpecida cuando aparece el cadáver de una alumna en el estacionamiento de la facultad, en un principio Bermúdez no quiere involucrarse pero no puede dejarlo pasar y se va metiendo en la investigación, cada día que pasa se va obsesionando con este crimen y cree que es un caso de un asesino serial.
Comienza a encontrar puntos de coincidencia con los hechos y nota la mirada perturbadora de uno de sus alumnos Gonzalo Ruiz Cordera (Alberto Amman- actor en Celda 211), el hijo de un diplomático español y fue amigo de la familia. Debe armar el rompecabezas ayudado por su amigo Alfredo Hernández (Arturo Puig) y la hermana de la victima Laura Di Natale (Calu Rivero).
La trama se va transformando en un Thriller psicológico, ¿la obsesión puede llevar a un hombre a la locura?, una fotografía impecable, los acordes musicales son los apropiados para ir creando distintos climas, intenta tener un toque a lo Hitchcock, tiene suspenso y el momento de mayor tensión es durante la presentación de un show de la agrupación Fuerza Bruta.
No existe la menor duda que nos encontramos frente a un gran actor, Darín, quien se luce en todo momento y solo con su presencia cautiva y genera el interés del público, y además lo acompaña un prestigioso elenco. Pero lamentablemente pasando algunos minutos comienza a agotarse, no logra enganchar demasiado, algo lineal, termina decepcionando y el mayor problema se encuentra en el guión, basado en la novela homónima de Diego Paszkowski.