Los hermanos sean unidos
El policial argentino rememora sus mejores épocas con la llegada de Testigo íntimo, la nueva película del director Santiago Fernández Calvete (La Segunda Muerte). En esta oportunidad se aleja de los homicidios sobrenaturales que se investigaban en su primer (y más que interesante) largometraje, para traernos la historia de dos hermanos que quedan involucrados en un crimen que los tiene a ambos como principales sospechosos.
Facundo es un joven abogado con una vida aparentemente perfecta. Está casado con la hermosa Ángeles, trabaja en el importante estudio de su suegra y tiene un buen pasar económico. Pero la realidad es que su matrimonio está estancado y ni siquiera sus clientes quieren tenerlo como defensor ante la justicia. Al mismo tiempo mantiene una relación con Violeta, la novia de su hermano Rafael, quien sospecha que algo está sucediendo entre ambos. Todo cambia la noche en que Facundo recibe un llamado de Rafael diciendo que Violeta nunca llegó a su casa. Al llegar su departamento, se encuentra con que la situación es otra. Violeta fue asesinada y reposa apacible en su cama. Ninguno de los dos se hace responsable del crimen a pesar que ante la policía serían los principales sospechosos, siendo uno el amante y otro el engañado. Es entonces cuando juntos deciden deshacerse del cuerpo, tarea que será para nada sencilla y que se irá complicando cada vez más, a medida que la noche avance y las sospechas entre ellos comiencen a crecer.
Testigo íntimo es una de las propuestas policiales más solidas que dio el cine nacional en los últimos tiempos. Es un thriller elegantemente ejecutado e inteligentemente escrito, que nos mantiene adivinando y donde no faltan las vueltas de tuerca que cambian todo de un momento a otro. La película transcurre casi en su totalidad en una noche, la misma en que los dos hermanos interpretados por Felipe Colombo y Leonardo Saggese deciden deshacerse del cuerpo de Violeta (Guadalupe Docampo). Esto hace que la historia sea ágil y no se detenga, ya que es necesario hacer desaparecer el cuerpo antes de que llegue mañana a complicar la situación. Al mismo tiempo, mediante el uso de flashbacks, vamos conociendo cada vez sobre la relación que unía a Facundo con Violeta, algo que termina por darle una carga dramática todavía más importante a los sucesos de aquella noche.
Fernández Calvete logra que la película se mantenga en constante movimiento y que el suspenso nunca decaiga, ayudado sin dudas por las muy buenas interpretaciones de Colombo y en especial de Leonardo Saggese, la gran revelación de la película. La relación entre ellos es el eje central del relato y de no ser creíble probablemente no hubiera funcionado tan bien como lo hace, pero por suerte ese no fue el caso ya que ambos tienen la química y el talento para sacar adelante la historia. También Guadalupe Docampo y Evangelina Cueto, como la amante y esposa de Facundo respectivamente, entregan buenas interpretaciones que no hacen más que sumarle credibilidad a la trama, haciendo que todo se sienta orgánico y sin momentos forzados. La participación de Graciela Alfano (en su regreso al cine desde la emblemática Nada x Perder), si bien no es muy grande, es en un papel que le calza justo y que le da otra dimensión a un personaje que quizás en manos de otra actriz podría haber pasado desapercibido.
La idea de Calvete de remarcar que, como se dice en un tramo de la película, estamos en el peor momento de la historia para cometer un asesinato, le da al relato la sensación de que nuestros protagonistas tendrán que ser más que cautelosos para poder salirse con la suya. En un mundo hiperconectado, donde cámaras que ni siquiera nosotros podemos ver nos siguen a cada momento y donde es posible ubicar a una persona con precisión satelital simplemente a través de su celular, obliga a la película a mantenerse un paso adelante del espectador en todo instante. Sin embargo, todo este conocimiento es lanzado hacia nosotros a través un montaje paralelo que pareciera no tener demasiado que ver con la trama de la película, y que sirve simplemente para brindarnos esa información. Aunque no es algo que afecte demasiado el desarrollo, es una decisión que no se entiende y que termina desviando la atención.
Conclusión
Testigo íntimo es un policial hecho y derecho. Bien escrito, dirigido e interpretado, que nos mantiene atentos y adivinando hasta llegar a una resolución que no muchos verán llegar. Aunque nos puede dejar alguna que otra pegunta sin responder o sin brindar una respuesta clara, no hay dudas que, gracias su eficaz construcción y manejo del suspenso, es uno de los estrenos nacionales del año que no deberían perderse.