Una parodia con destino de clásico
"The disaster artist" de James Franco es un homenaje a la película de culto "The Room". El resultado es excelente, con momentos de comedia y otros de intenso drama.
"The room” es una película de culto, un clásico de cinéfilos, pero no por su alta calidad sino por todo lo contrario. El filme es tan malo, está tan mal actuado, que comenzó a ser querido como un “patito feo”. El clamor por la obra de Tommy Wiseau escaló tanto, que incluso algunos críticos se atreven a decir que realmente es una gran película cuando se ve más allá de sus defectos, aunque en estas opiniones siempre esté inmiscuida la parte emotiva.
Uno de esos acérrimos fans es James Franco, actor y director que se hizo fuerte en la comedia, pero que también ha protagonizado dramas y películas de género. Y con los recursos y herramientas a su alcance, quiso parodiar/homenajear a su ídolo Wiseau haciendo un “detrás de escena” de “The room”.
El resultado, por más que pueda ser paradójico, es excelente. Incluso fue la película ganadora del Festival de San Sebastián, lo que elevó las expectativas hasta su estreno comercial. La pregunta es, entonces: ¿los comentarios positivos de la película tienen que ver con la historia en la que está basada, el cariño por ‘The room’ que aún sigue vigente, o tiene pergaminos propios para erigirse como clásico más allá de esas referencias?
Unidos por la mala suerte
El actor Greg Sestero (Dave Franco) conoce en una clase de teatro a Tommy (James Franco), e instantáneamente se ve atraído por su personalidad, porque más allá de no tener cualidades artísticas, ve en él a alguien completamente dedicado al drama, y decide acercarse para tratar de aprender de él. Cuando comienza su amistad, Tommy también ve las cualidades pasionales de su aprendiz y así deciden crear su propia película.
Si bien pueden encontrarse temas clichés como esa búsqueda de la felicidad, “The disaster artist” habla sobre la amistad de Greg y Tommy, y cómo esa misma relación los empujó a invertir todo en “The room”. Obviamente, con la torpeza de sus protagonistas, el resultado fue a los tropezones, y allí radica toda la comedia que se puede ver, más allá de las impresiones de los hermanos Franco como Wiseau y Sestero que están delineadas por su personalidad tosca, lo que crea gags, pero también momentos de intenso drama.