Ví The Room cuando se estrenó allá por el 2003, la película de Tommy Wiseau es un drama erótico, en donde las traiciones y los desencuentros se muestran con artificialidad. Los diálogos acartonados, y las actuaciones exigidas, le dan un toque de humor a una película que inefectivamente es tomada para la broma. Tommy Wiseau, un escultural morocho pelilargo, un tanto freak (tómese este aspecto como una cualidad) que no sólo dirige este híbrido cinematográfico sino que también actúa es un ser absolutamente entrañable.
Tommy es Jhonny, un agente inmobiliario en ascenso que mantiene una relación con una rubia inescrupulosa, Lisa. Tommy se muestra enamorado, felpudo romanticón y eso ya desde el vamos resulta gracioso, pero Lisa le quiere “dar” al mejor amigo de Tommy, Mark (Greg Sestero) un carilindo veinteañero que accede a este triángulo amoroso. Así se pasean por los decorados de un departamento en San Francisco. The room, que para mí es una de películas más del género, resulta de culto por ser considerada una de las peores películas de estudio.
No es la peor sin duda, pero sí es mítica por el halo de misterio que la cubre, su costo y Tommy le da un guiño a una película que podría haber sido olvidable. James Franco (In Dobius Batlle, A I Lay Dying) ve el potencial en el personaje y cuenta una historia de amistad basado en el making off de The room, siempre le tuve fe a The disaster artist (el título es brillante) pero temía que la historia se quedara en la parodia. Pero Franco pone en hincapié en la amistad entre Tommy Wiseau y Greg Setero dos actores que sueñan con triunfar en Los Ángeles. Tommy es un cuarentón coqueto que tiene un espíritu adolescente, su amistad con Setero (Dave Franco) comienza en una clase de teatro, de allí firman el pacto de nunca abandonar el sueño de llegar a ser famosos. La risa enérgica del personaje de Jhonny (la onomatopeya es profundamente graciosa) es imitada a la perfección por James Franco quien nunca ridiculiza, ni deja mal parado a Tommy Weaseau.
Por el contrario, The Distaster Artist es un homenaje a The Room y a todos aquellos personajes que pese a las cargadas y burlas del entorno llegan a cumplir su sueño. A Wiseau le dicen “Frankenstein”, “Monstruo, que no va a llegar a nada” y eso parecer no importarle. La empatía por este personaje, heroico, se potencia en cada escena. Las frases de los segundones acerca de la industria y de filmar pese a no ganar dinero – el monólogo de Jackie Weaver quien interpreta a Carolyn la madre de Lisa en The Room es de una ternura única- saca a la película de las risa fácil (o sea parodia).
Jhonny (Wiseau) en The Room es un personaje sin maldad (el Why Lisa, Why? es genial) y honesto, en The disaster artist se refleja esa percepción y Franco traslada esa honestidad al personajes de Tommy. ¿Ver The Room primero? Y Sí es recomendable, esta free en la plataforma de You Tube y es de libre acceso. Verla significa entender un poco más los chistes internos y llegar a comprender por qué James Franco puso el ojo en esta película. The Disaster Artist llega en una época de balances y de cierres y qué mejor cerrar la boite cinéfila con esta gran película. Pronto nuetros TOP TEN.