Nostálgica y desoladora
Mucho después de su estreno en su país de origen llega a nuestros cines The Iceman, el thriller basado en la vida de Richard Kuklinski, un sicario de la mafia.
El film podría catalogarse (si fuera necesario) dentro de la denominada estética Neo Noir y guarda en este aspecto muchos puntos en contacto con esa joya que resultó Drive de Nicolas Winding Refn.
Desde la dirección Ariel Vromen crea un clima tan nostálgico como desolador en donde la violencia parece ir por un camino paralelo al resto de la sociedad.
El tratamiento desde la iluminación y los encuadres, una corrección de color que vira levemente al sepia y sutiles movimientos de cámara sirven de marco para las grandes actuaciones de Michael Shannon (a la cabeza del reparto), Winona Ryder, Ray Liotta y hasta Chris Evans mostrando con esta faceta que puede ser un actor todoterreno. Estos elementos unidos a la banda de sonido y el montaje aportan muchísimo a la sensación de desconexión que parte del personaje de Kuklinski (Shannon) e inunda el resto de la película.
The_Iceman_EntradaSi bien en El Hombre de Acero ya habíamos visto que Shannon podía encarnar a un tipo totalmente desatado, el desafío que le propone The Iceman es manejar este carácter con extrema sutileza y vender esa desconexión con la realidad que Ryan Gosling en la citada Drive hace de taquito quizás porque es muy cercana a su personalidad.
Que la obra esté “Inspirada en hechos reales” es algo que como en el 99% del cine estadounidense no hay que tomar muy en serio. Si a alguien le interesa la vida de este tal Kuklinski y leyó los libros sobre su caso o vió algún que otro documental posiblemente reciba de mala manera esta película. Si por el contrario entienden que el cine no es más (ni nada menos) que cine van a pasar un buen rato viendo este thriller. Personalmente no había visto nada hasta el momento de Vromen pero con esta cinta demuestra grandes virtudes desde la dirección y se convierte en un nombre a tener en cuenta.
The Iceman es un film disfrutable de esos que con una focalización eficaz en su narración nos ponen del lado del malo en más de una ocasión. El cine también es esa catarsis.