El director israelí Arien Vromen es una joven promesa del cine industrial actual, ha hecho videoclips, producciones para diferentes estudios (First Look Films, Lightning Entertainment, Screen Media Universal, Film Colony, Next Wave Films), viene del mundo de la música, originalmente y ha tenido dos films promisorios en su carrera, "Jewel of the Sahara" y "Rx".
Llegó entonces la hora de jugar fuerte en su carrera y traer una biopic cruda sobre un asesino a sueldo que ya es leyenda en su tierra. "The Iceman" es Richard Kuklinski (Michael Shannon, brillante), un matón silencioso que trabaja en un taller donde se trabaja con la industria de la pornografía barata. Hombre de pocas palabras, se enamora y busca un horizonte nuevo en su vida (ha tenido y verán, en algún momento, ráfagas de su pasado infantil) cuando su pequeño mundo tambalea...
Cierto día, luego de que presenciaramos como resuelve sus diferencias con un conocido (no es bueno desafiarlo ni insultarlo, les digo), recibe la noticia de que su patrón (jugado por Ray Liotta) no podrá darle más empleo. Bueno, en realidad, cierra el espacio físico. Pero hay reconversión laboral, tranquilos: le ofrece un cambio de rubro que puede ser útil a ámbas partes. Cuál es la tarea? Convertirse en un matador profesional de alto rango. De más está decir que Kuklinski está sobrecalificado para la tarea que le asignan. Y hasta aquí ustedes dirán... "y cuál es el interés de la historia?".
La cuestión que domina la película es la división que hace el asesino entre su trabajo y lo diferente y opuesto que es, como cabeza de una familia, perfecta. Hay una escisión instrumental descarnada y brutal, entre un killer a sangre fría que no se detiene ante nada, y el bondadoso y amable esposo de Deborah (Winona Ryder, en altísimo despliegue), padre de dos nenas, que lucha por resguardar a los suyos y colmarlos de cuidado y atención.
Vromen conduce muy bien un thriller cargado de violencia, en el que las actuaciones de los protagonistas, lucen. Hay un desfile de cameos muy interesantes (James Franco, David Schwimmer, Stephen Dorff) y algunos secundarios sólidos (Chris Evans -que sorprende con su Mr Freeze y el viejo y querido Robert Davi, gran actor de clase B de los 80) pero Shannon y Winona se roban la película.
Un relato oscuro, violento e interesante que si vas predispuesto, te va a gustar mucho. No descolla en los rubros técnicos (el aspecto sonoro y la edición podrían ofrecer más) pero cumple con lo que promete. Quizás su "tempo" sea un poco lento y se tome demasiado del relato para desarrollar pequeños conflictos que no van a la historia central, pero eso es lo de menos. Si lo tuyo es disfrutar del género policial y bucear en la psicología de un tremendo criminal, probablemente esta sea una más que aceptable opción.