Amigos inseparables
Basada en una historia real, The Lady in the Van (2015), reposa su mirada en la particular relación entre una mujer (una impecable y soberbia interpretación de Maggie Smith) y un hombre (Alex Jennings), quienes verán como sus destinos se cruzan para complementarse y ayudarse mutuamente.
La mujer de la furgoneta es Mary/Margareth (Maggie Smith), un ser que vive amenazado por su pasado y que desde los años sesenta habita el particular vehículo aceptando ayuda y asistencia de los vecinos de la localidad de Camden, Inglaterra. Un día el escritor Alan Bennet (Alex Jennings), recién llegado al vecindario, se topa con la misteriosa y silenciosa mujer, y al conocer la particularidad de su itinerante hogar, decide ayudarla sin medir las consecuencias. De a poco verá como inevitablemente se irán necesitando mutuamente para relacionarse con los demás hasta que Bennet le ofrece dejar el vehículo dentro de su casa.
El realizador Nicholas Hytner va narrando la progresión de la historia de manera pausada tomándose el tiempo necesario para que podamos conocer en detalle la vida de cada uno, y al basarse la historia en un hecho verídico, se apoya en una cuidada reconstrucción de época que potencia el verosímil del relato.
Un recurso más que interesante es la escisión, desde el guión y la puesta, de la personalidad de Bennet, presentado como escritor y como ser pensante que se relaciona con Mary/Margareth (también dividida) desde una dualidad que la tiene como objeto de estudio y como referente maternal. Así, si Bennet oculta su homosexualidad al resto del vecindario, inevitablemente no podrá hacérselo a la anciana ya que la misma, además de percibir el misterio con que éste rodea a todas sus amistades, conoce todos sus movimientos.
Tanto Bennet como Mary/Margareth ocultan algo al resto pero entre ellos la potencia del vínculo será tan fuerte -con una amistad entrañable, sanadora, transformadora y reflexiva-que el lugar de cada uno en el mundo será un espacio por descubrir, a pesar del recelo hacia los demás.