Inspirada en la historia del creador de la cientología, la religión o secta que recluta a famosos como Tom Cruise o John Travolta, esta historia da pie al talentoso Paul Thomas Anderson para realizar una reflexión profunda sobre las heridas indelebles que deja la guerra en los seres humanos y las relaciones que un ser manipulador puede lograr. Un film inteligente, polémico, hay que verlo.