El maestro que no enseña nada
The master es un drama que se cocina a fuego lento, tomándose el tiempo necesario para desarrollar los personajes y permitiendo que los actores se luzcan en sus interpretaciones. Ése es precisamente el punto más destacado de la película, las actuaciones, y en especial el inconmensurable trabajo que hizo Joaquin Phoenix, a quien deberían haberle entregado todos los premios habidos y por haber luego de este papel. Por lo demás, esta nueva entrega del director de Magnolia y There will be blood en realidad decepciona.
Lento no siempre significa aburrido. The master baja las revoluciones promedio a las que usualmente transcurren los hechos en la pantalla grande en aras del protagonismo, para que el espectador pueda observar con detenimiento cómo piensan, sienten y hasta gesticulan quienes llevan adelante la historia. Sin embargo, el ritmo no fastidia, porque el director sabe distinguir lo sustancial de lo abusivo, y entiende hasta dónde puede estirar un plano o un diálogo sin irritar al espectador. Hay también un gran trabajo fotográfico y de vestuario para retratar una época en forma perfecta, lo que garantiza que nos traslademos en tiempo y espacio desde recién comenzado el filme.
La película presenta los personajes exhaustivamente y luego avanza sobre el desarrollo del vínculo entre ellos. El problema es que ese desarrollo nunca culmina. La relación entre los protagonistas, que en un principio engancha y entretiene, no hace más que dilatarse indefinidamente hasta alcanzar un final inocuo, instancia en la que será inevitable preguntarse para qué se ha invertido tanto tiempo y talento en componer personajes tan promisorios, si en realidad no terminan yendo a ningún lado. La trama también se estanca en un círculo vicioso que finalmente aburre y decepciona. Evidentemente el director partió de una gran idea que no supo cómo continuar, y mucho menos concluir.
The master promete pero no cumple. Quienes conserven sus esperanzas y esperen un final redentor a lo There will be blood seguramente se verán defraudados. Entre ellos, quien suscribe.