El teatro ha dado reiteradas muestras de que un grupo de personajes reunidos por algún motivo, desempolvan un secreto e inevitablemente se producirá el efecto “bola de nieve” que en términos de dramaturgia, es sumamente rendidor. Así lo hizo Jazmina Reza en “Un dios salvaje” y Polanski lo llevó a la pantalla con Kate Winslet, Christoph Waltz y Jodie Foster.
No podemos olvidar la célebre “Quien le teme a Virgina Woolf?” cuya versión cinematográfica contó con la explosiva pareja Taylor/Burton …
Y el esquema se repite con obras más recientes como “Perfectos Desconocidos” (llevada al cine en sus dos versiones: la italiana y la española dirigida por Alex de la Iglesia) o “Le Prénom” (con un elenco francés de primer nivel y con su remake italiana) que con el éxito logrado hablan del atractivo que produce convertirnos en voyeurs de un grupo de amigos que sacan sus trapitos al sol.
Sally Potter, la aclamada directora de “Orlando” y ganadora del Festival Internacional de Mar del Plata en el año 1997 por “La lección de Tango” regresa al cine en un proyecto que no reniega en absoluto de su estructura netamente teatral y logra un entretenimiento sumamente efectivo, en sus tan sólo 71 minutos de duración.
El guion de la propia Potter junto con Walter Donohue (quien colaboró en algunos films de Peter Greenaway, en realizaciones anteriores de la misma Potter y que participó de “Paris, Texas”) aprovecha el mecanismo explotado por el teatro y reúnen, en esta ocasión, a una serie de personajes variopintos con una excusa sencilla en un encuentro de amigos.
Como ya se sabe, el mecanismo es rendidor y Potter lo explota al máximo, con líneas de diálogo vertiginosas, situaciones cortas y precisas, un ritmo constante y un elenco absolutamente sobresaliente. Kristin Scott-Thomas es Janet, la anfitriona de la reunión en la que se celebrará su ansiado nombramiento dentro del Ministerio de salud, aun siendo miembro del partido político opositor.
Reunirá entonces, para el festejo, a un grupo de amigos en su departamento londinense: es así como además de estar presente su marido (Timothy Spall de “Mr Turner” y con participación en la saga de Harry Potter dentro de su extensa trayectoria en el cine inglés), aparecerá su íntima amiga de toda la vida –April- junto a su marido y la pareja lesbiana de Jinny y Martha que se encuentran esperando un hijo que lograron mediante fecundación asistida.
Para completar esta galería de personajes tan diversos, estará presente Tom (Cillian Murphy, de “El viento que acaricia el prado” de Ken Loach y “Dunkerque”) un banquero que está casado con Marianne, que es la empleada de Janet que se encuentra demorada pero que llegará de un momento a otro.
Presentados cada uno de los personajes, el cocktail está servido. Potter hace que los diálogos tomen un ritmo casi de sitcom y que los dardos se disparen certeramente entre ellos.
Sin duda alguna la química entre Kristin Scott-Thomas y la excelente Patricia Clarkson (en el papel de April, su mejor amiga americana) son de lo mejor de la puesta. Ambas actrices demuestran un manejo de los matices y de la fina ironía que hacen que sus participaciones sean brillantes.
A su vez, el contrapunto de Clarkson con su marido alemán encarnado por Bruno Ganz (inolvidable en su papel de Hitler en “La caida”) tiene ribetes de vodevil y delirio, muy bien manejados por ambos actores y por la directora, sin caer en el desborde.
Todos los personajes alternativamente tendrán su momento de lucimiento y quizás las participaciones que luzcan algo forzadas sean las de Cherry Jones (con una amplia carrera en series televisivas) y Emily Mortimer (a quien hace poco vimos en “La librería” de Isabel Coixet y fue figura protagónica de “Match Point” de Woody Allen) encarnado a la pareja de lesbianas con notable diferencia de edad y que tienen muchos reproches para “vomitarse” delante de los invitados.
Como buena reunión que se precie de tal, y para producir justamente el efecto deseado, seremos cómplices de ciertos secretos, ocultamientos y mentiras que guardan como as en la manga cada uno de los personajes y que se irán descubriendo en el momento indicado.
Para cuando la fiesta haya terminado, ninguno de los protagonistas quedará indemne al tornado arrasador que se ha despertado a partir de las noticias que salen a la luz y nosotros, como espectadores, habremos disfrutado de una película muy bien construida a partir de su estructura coral en donde cada uno de los actores es pieza fundamental para que el engranaje funcione.
Indudablemente Sally Potter ha contado con un elenco de una inmensa trayectoria tanto en el cine como en el teatro, cada uno disfrutando y haciendo que su papel se luzca en el momento adecuado.
A pesar de su sencillez y de contar con una estructura arquetípica y fácilmente reconocible “THE PARTY” saca provecho de su elenco y de un guion con diálogos inteligentes que le permiten que esta comedia condimentada con fuertes toques de ironía e incorrección política, cumpla con su cometido.