Steven Spielberg tiene combustible para rato. Después de haber entregado The BFG, que resultó en uno de los fracasos comerciales más considerables en su carrera, hubo quienes osaron especular que se había acabado su toque mágico. El director respondió como mejor sabe, con cine. Y emprendió una monumental tarea que hoy puede verse opacada por lo que Ridley Scott hizo a último momento para modificar All the Money in the World, pero no por ello es menos trascendental. El cineasta rodó la próxima Ready Player One y, mientras esta ingresaba en su extensa post-producción, resolvió avanzar con The Kidnapping of Edgardo Mortara, que tuvo un revés a la hora de completar su elenco y por eso quedó un vacío en su agenda que decidió llenar con The Post. No hay descanso en la vida del realizador de 71 años, que sabía la importancia de contar esta historia en este preciso momento, y por eso decidió emprender la labor titánica de rodar y terminar una película mientras completaba la otra, algo que ya había hecho hace casi 25 años cuando lanzó juntas Jurassic World y Schindler’s List, para arrasar con todos los premios.