Un superhéroe suelto en la tierra
Este film dirigido por Kenneth Branagh es una adaptación del cómic Thor, rey del trueno, y presenta una historia fantástica proveniente de la mitología nórdica. Aprovechando las ventajas del cine 3D esta película se apoya principalmente en los efectos especiales que permiten un despliegue visual único al momento de representar los Reinos desconocidos y los elementos sobrenaturales.
Cuando Thor (Chris Hemsworth), hijo primogénito de Odín, Rey de Asgard (Anthony Hopkins), hereda el trono de manos de su padre, decide reavivar una antigua guerra. La insensatez y la terquedad de Thor llenan de ira a su padre quien decide desterrarlo del Reino. Cae (literalmente) en el planeta Tierra donde lo encuentran tres científicos, entre ellos Jane Foster (Natalie Portman), quien quedará fascinada con Thor. En su caída el protagonista pierde el arma-martillo que le otorga los poderes supranaturales y sin estos es muy poco lo que puede lograr. “Solo aquel digno de reinar Asgard lo podrá recuperar” afirma el Rey Odín al arrojarlo al vacío. Eso es lo que deberá demostrar Thor, y será la misión que deberá cumplir desde la tierra.
El director Kenneth Branagh eligió como escenario la ciudad de Nueva México para generar el cruce entre el tiempo mitológico con la modernidad del presente. Al momento de juntar a Thor y su leyenda con los mortales se genera cierto humor, que a la vez produce mayor dinamismo al film. A partir de aquí, el giro romántico entre Thor y la mortal Jane Foster es uno de los tantos ingredientes argumentales que aprovecha el film para no dejar de lado a ningún espectador.
Porque Thor (The mighty Thor, 2011) es un film ambicioso, de gran presupuesto y pensado para captar multitudes sea como sea. Esto no es condenable siempre y cuando el producto sea de calidad y en este caso lo es. Pero no es más que eso lo que pretende el film y, siendo consciente de esto, se posiciona a la altura de las circunstancias.
Encontrando en su camino gente que le será fiel y gente que lo traicionará por el poder, el camino que debe recorrer el protagonista es el de la redención. Para ser digno de recuperar el trono Thor deberá aprender de los errores cometidos y dejar de lado su arrogancia. Así la película reivindica la necesidad de mostrar el arduo camino que se debe recorrer para ser un héroe. Convertirse en un ser respetado, al que otros deben obedecer no se produce por poseer un elemento que lo demuestre sino que es el producto de una construcción que, como bien se da a entender en el film, lleva muchos años.
La intención didáctica y moralizante es parte de estas historias. Para que el orden natural regrese deben pagar los culpables y los buenos reivindicarse. Eso es lo que todos deseamos al ver el film y es lo que el film nos da. Pero es la satisfacción de disfrutar la aventura y la fantasía al por mayor lo que hace de Thor un entretenimiento asegurado.