Kenneth Branagh lleva a Marvel a Asgard (sin escalas en la ruta)
En general, siempre tengo mis reservas con el universo Marvel. No todas sus producciones, o mejor dicho, sus adaptaciones, me terminan convenciendo cuando llegan a la pantalla grande. Algunas sí, otras no. Me pasa que no soy una persona que ame los comics, y es natural que prefiera juzgar al producto por lo que veo y no tanto por el halo que trae la historia detrás. No pasa esto con mis colegas, especialmente con los más jóvenes que son ávidos fans de este tipo de historietas y se conocen las mil y una vueltas de cada personaje. No, no es mi caso. Sin embargo uno tiene que saber, de antemano, que Stan Lee en su idea original había logrado una interesante mezcla entre la mitología y el mundo de los héroes terrenales con Thor. Aquí, después de muchos años de peregrinar por los estudios buscando quien la produzca, Paramount la tomó en 2006 y desde allí partimos nosotros. Introducción que les cuenta que quien escribe, ha quedado impresionado por la cinta, entendiendo que es de aquellas películas que atraviesa la barrera del público que adhiere a este género y se instala en el gusto colectivo de quienes disfrutan el cine de entretenimiento. O sea, Thor, es una maza.
Lo primero que llama la atención es encontrar a Kenneth Branagh en la dirección de esta película. Un actor y cineasta británico de muchísima experiencia en clásicos trabajando para Marvel... Parece raro, pero saben...? Funciona!!! Y cómo funciona! Mucha gente del cast no estaba acostumbrada a jugar en las grandes ligas y Kenneth hace un gran trabajo dirigiendolos. En especial, moldea junto a su actor principal, Chris Hemsworth un perfil singular para su protagonista...y transforma ese duro héroe de leyenda, en un sujeto de carnadura divina, fuerte, terco, pero inmensamente cercano. Y es más, la transformación de Thor a lo largo de la cinta es un trabajo admirable del novato (en una producción de esta envergadura donde en otras oportunidades esto es un detalle menor) acompañado magistralmente por su director. Encima, están Anthony Hopkins y Natalie Portman... Algo más? Señores, el plato está servido y esta vez no querrán perderse este suculento banquete.
La cinta arranca cuando Thor (Hemsworth), arrogante y obstinado, va junto a otros dioses de Ashgard a meterse en problemas con una raza de otro planeta. Allì, luego de una tumultuosa batalla, Odín (Hopkins), su padre aparecerá para reprender los anhelos de batalla de Thor y enojarse mucho por haber roto una tregua con dicha especie. Su hermano, Loki (Tom Hiddleston), el más débil de los dos hijos de Odín, colabora con socavar la confianza que el padre tiene sobre su hermano y a poco de volver de esa misión, Thor es desterrado a la Tierra.
Allí, no tendrá poderes. Será un simple mortal (con cierta fuerza física, pero sin sus habilidades especiales) y aterrizará en un desierto, donde una científica,J ane (Portman), está intentando investiga el cielo y trata de descubrir el portal que une los mundos analizando la radioactividad que emana de ciertas caídas que se van produciendo de manera extraña a intervalos regulares. Allí llegará Thor y de inmediato todo se convulsionará... El gobierno norteamericano se enterará de lo que pasa e intervendrá secuestrando cierto artefacto caído del cielo junto a la llegada del protagonista y de ahì en màs, Jane, su hermana Darcy (Kat Dennings), Thor y el profesor Erik Selvig (el genial Stellan Skarsgard) intentarán recuperar el objeto que devuelva a Thor su poder y entender que sucede en Asgard, donde Loki, está intentando derrocar a su padre Odín y va acumulando fuerzas para apoderarse del universo. La historia se da paralelamente, en la Tierra y en la patria de los dioses.
No hay que contar más, hay que decir sin vueltas que la película es excelente. Es más, es dinamita pura. Muy entretenida, bien actuada y hasta apta para todo público! Buenas actuaciones, 3D de primera, duración exacta, que más se puede pedir?
Pidamos más de Marvel, ahora sabemos que pueden acercarse con productos de alta calidad a quienes no somos fanáticos del gènero ni conspicuos seguidores. Que se repita! Y pronto!
Imperdible.