La segunda de la saga dirigida por Taika Waititi
iva la joda! Era el latiguillo de un personaje popularmente conocido como Alakrán, interpretado por Rodolfo Samsó en el recordado programa de TV De la cabeza, en la época en la que aún nos sentábamos a ver televisión como la conocimos, en clara referencia a una forma de definir el humor. «¡Viva la joda!» se podría exclamar aquí también, en el caso de Thor: Amor y Trueno.
La vertiente elegida por el buen director que es Taiki Watiti para la cuarta entrega de Thor (segunda para el realizador) puede estar alineada con los puntos narrativos que el personaje atraviesa prácticamente desde el inicio del MCU tal como lo conocemos; lamentablemente estos puntos se profundizaron de tal modo que le fueron quitando a Thor toda posibilidad de evolución dramática.
Extra spoiler, sobre todo para los fanáticos y los curiosos que irán a investigar: las ideas que forman parte del guion de la nueva entrega de Thor tienen su nacimiento en los comics publicados a partir de 2015 (en una serie individual, The mighty Thor) y en Thor, volumen 4. Estas historias siguen los pasos de Jane Foster y su nuevo rol en aparente reemplazo del dios del trueno. En Thor: Amor y Trueno, para hacer frente a la amenaza de Gorr (Christian Bale), Thor (Chris Hemsworth) solicita la ayuda del Rey Valkiria (Tessa Thompson), de Korg (Taika Waititi) y de su ex novia Jane Foster (Natalie Portman) que, para sorpresa de Thor, empuña inexplicablemente su martillo mágico, Mjolnir, como la Poderosa Thor. Juntos, se embarcan en una aventura cósmica en la que tendrán que descubrir el misterio de la venganza del Carnicero de Dioses y detenerlo antes de que sea demasiado tarde.
El elenco es interesante y posee buena química, lo que obviamente es un punto a favor. Portman, Bale, Thompson y Pratt son los nombres que se encuentran entre los principales, y desde ya me reservo algunas sorpresas porque algo hay que guardarse, viejo. Si no, no hay misterio.
Tal vez este ritmo y este modo de definir las historias del Dios Vikingo se haya constituido a estas alturas en su forma básica y necesaria. Habrá que ver de cara al futuro qué le depara al personaje interpretado por Hemsworth, y cómo encajará en el universo que se viene.
En tanto film clásico del estilo Marvel, en tono de comedia (en este caso tomando el 90% del tiempo de su duración), Thor: Amor y Trueno funciona para los seguidores, para quienes no quieren perder el hilo de la historia y, para no dejar afuera a nadie, a los que deseen elegir un buen momento de entretenimiento.