Uno sabe muy bien que va a encontrar cuando viene a ver este tipo de películas. El bien contra el mal, personajes que se mueven por celos, envidia o la venganza por lo sufrido como motor o en su defecto el amor, etc. Muchas veces, de ser una saga, es necesario haber visto las anteriores, eso establecería una falla en el nuevo texto. No es lo que ocurre exactamente en esta nueva entrega del Dios del trueno. Si bien es verdad que reaparecen personajes de las anteriores, son explicadas las razones de su presencia y el origen de las mismas. Tal el caso de la Dra. Jane Foster (Natalie Portman). El filme presenta una trama y dos subtramas, por un lado nos presenta a Gorr (Christian Bale) en la primera secuencia, posiblemente lo mejor del filme, quien en medio de un desierto desolador reclama ayuda de su Dios, pero la ayuda no llega