Risas y truenos
El multiverso de Marvel continúa con su extensísima lista de películas que reúnen a sus principales superhéroes, en este caso con la tercera entrega de las aventuras de Thor como personaje protagónico. Como viene ocurriendo últimamente, con excepción de la última Capitán América y los films de Los Vengadores, el héroe principal encuentra apoyo solo en uno de los personajes fuertes de la firma de Stan Lee, en este caso Hulk. Con una estética que se separa de las dos anteriores de Thor y se emparenta más con el tono que proponen títulos como Guardianes de la Galaxia o el propio Deadpool, Thor Ragnarok es 130 minutos de comedia y acción en partes iguales coronados por la estelar presencia de Cate Blanchett en la piel de la villana de la película.
Ya desde la escena inicial nos damos cuenta de que esta nueva Thor es bien distinta de las anteriores, donde no estaba tan presente ese estilo Marvel que fue añadiendo cada vez mayor cantidad de escenas y gags humorísticos a un género más bien de carácter épico y señorial como el superheroico, dado que en ella lo vemos al dios del trueno charlando como quien no quiere la cosa con una especie de demonio de fuego que le asegura que va a llevar a cabo el Ragnarok, una predicción cataclísmica que asegura la destrucción de Asgard, lugar de donde el señor del martillo es oriundo. Sin embargo, con gran facilidad nuestro héroe logra deshacerse de este demonio solo para darse cuenta de que su predicción no lo tenía a él como autor de la debacle de Asgard sino a alguien con poderes infinitamente superiores. Se trata de la diosa de la destrucción, Hela, quien también resulta ser la hermana mayor de Thor y Loki, el villano casi reformado de la primera película.
En términos de comedia, la película encuentra sus mejores momentos de la mano de sus actores principales, emparentándose más así con el estilo de Deadpool aunque lógicamente esta está dos o tres cambios más abajo. Por su parte, el paralelismo con Guardianes de la Galaxia lo encontramos más desde la estética ya que poca de la acción de Thor Ragnarok transcurre en la Tierra para darle lugar a locaciones más bien estrafalarias como el propio Asgard o un planetita olvidado donde queda atrapado el dios del trueno y que está gobernado por Jeff Goldblum. En realidad, el actor de Jurassic Park le da vida a Grandmaster, amo y señor de un planeta a donde son desterrados todos los seres del universo sin importancia, que por algún motivo u otro fueron expulsados de sus hogares. Por medio del personaje de Goldblum y de otros que habitan este lugar (les recomiendo poner especial atención en Korg) la película propone sus momentos más graciosos que también van de la mano de las buenas labores de los protagonistas Chris Hemsworth (Thor), Mark Ruffalo (Hulk) y Tessa Thompson, esta última en la piel de Valkyria, también oriunda de Asgard. Una mención también se merecen Karl Urban e Idris Elba, fundamentales para la trama principal de la película como así también el bueno de Loki, una vez más a cargo del genial Tom Hiddleston.
Trama que se desdobla durante gran parte del film a partir de las peripecias de Thor y sus amigos mientras son retenidos por Grandmaster y su séquito de secuaces y el crecimiento del plan malévolo de Hela que, tras derrotar con gran facilidad al dios del trueno al inicio de la historia, se traslada a Asgard para reclamar el reino que alguna vez fue suyo. Esta doble línea argumental, sumada a la aparición de Hulk promediando la película son lo que sostiene a la obra en términos de ritmo para así decantar en un final conjunto que encuentra su mejor momento en la escena inmediatamente anterior a la gran batalla que se dará entre protagonistas y antagonista ya que consigue combinar visual y sonoramente (la canción elegida para ese momento que marca el resurgir de Thor es realmente sublime) todos los elementos esenciales de las historias de superhéroes. Si bien es solo una escena en 130 minutos, lo que es poco, consigue transmitir esa potente sensación de verdaderos superpoderes que eriza la piel de cualquiera.
Una historia entretenida, los efectos visuales que se esperaban, buenas actuaciones protagónicas, varios superhéroes en pantalla (a los mencionados se les suma una pequeña participación del Doctor Strange), chistes a montones, una muy buena figura antagónica, el cameo de Stan Lee y dos escenas post créditos hacen de Thor Ragnarok la mejor película centrada en el héroe nórdico y un muy buen entremés (entre los varios que propondrá Marvel) para la esperadísima Avengers: Infinity War a estrenarse el año próximo.