En general no soy fan de Marvel ni apoyo incondicionalmente los lanzamientos de la compañía a nivel cinematográfico. Hay algunas de sus entregas que me han gustado, otras no tanto. De hecho, tanto "Dr Strange" como la última de SpiderMan, no fueron platos suculentos para mi gusto.
Así que con un poco de reserva, me acerqué a ver cómo funcionaba la cuestión con la tercera aventura de Thor, el héroe de Asgard que corporiza Chris Hemsworth y que no goza ciertamente de la popularidad de sus compañeros en Avengers. Por suerte, esta vez el registro de la propuesta (liviano, accesible y muy divertido), me pareció interesante y relajado, juguetón y lleno de notas positivas.
Desde la dirección del neceolandés Taiki Waititi, puede verse que el universo Marvel tiene que desarrollar un lenguaje fílmico propio, lejos del espíritu de los cómics en que se inspira la historia original.
En esta oportunidad, Thor deberá enfrentar la destrucción posible de su reino, Asgard, a través de una profecía que habla del regreso de su hermana, Hela (Cate Blanchett). Por cierto, un secreto bien guardado por Odín -Anthony Hopkins. La cuestión es que la debilidad de este último (en sus últimos momentos del plano físico), va abriendo paso a la llegada de un personaje que pondrá nuevas reglas de juego en ese espacio con relativa rapidez.
Hela, desde ya, es una sanguinaria diosa que regresa a su patria enfurecida por el tiempo confinada al exilio. Quiere venganza y ansía poderes ilimitados para expandir su dominación.
Thor y su hermano Loki (Tom Hiddleston en un rol que cada vez le cae mejor ) intentarán detenerla, mientras tratan de salir de un planeta bastante raro en el que llegaron por error, regido por el Gran Maestro (Jeff Goldblum ), donde lo que prima son las competencias al estilo romano de exterminio entre gladiadores.
Ya sabrán mirando el trailer que ahí, Thor se reencontrará con un "amigo de la oficina", el gigante verde Hulk (Mark Ruffalo), de quien no se puede esperar demasiada estrategia para salir de allí. A este elenco se le sumará una Valquiria de armas tomar, (Tessa Thompson), quien a través de interactuar con el Dios del Rayo encontrará su camino de vuelta a su origen.
No busquen ni buceen en la profundidad de la historia (más bien todo parece una gran excusa para la diversión) ni tampoco esperen una película con climas oscuros y dinámicos como otras de la misma factoría. Hay bastante movimiento pero hace foco en dos o tres grandes escenarios y nada más.
Pero es bueno reconocer que más allá de eso, Waititi hace un gran debut en las ligas mayores. Impulsa un tratamiento simpático en la caracterización de los roles más importantes y logra salir bien parado de un guión que no es muy consistente.
La cinta tiene cameos locos, mucho humor en segmento cortos y físicos, una divertida mirada sobre la naturaleza de los superhéroes (siempre presente) y hasta se permite explorar la relación familiar entre hermanos de manera amena y efectiva.
En síntesis, una propuesta sólida, cuidada (muy bien la OST) y correctamente actuada. No hay que mirarla con ojos de crítico de arte, sino analizar su llegada como pieza de entretenimiento masivo. Y ahí, les puedo garantizar que funciona muy bien. Para los que creían que no se podían ver films de este Thor que tuvieran todos los condimentos para ser una gran película, he aquí que la tercera es la vencida. Muy recomendable.