Demoliendo héroes
La sensación que produce cada escena de Thor es que los que realizaron esta película odian al personaje, detestan las películas se superhéroes y creen que burlarse todo el tiempo del material es la forma más inteligente de contar la historia. Así que no solo estamos frente a una película mediocre, sino que además tenemos que tolerar más de dos horas de alguien que cree estar por encima del material de origen y de los espectadores. Ya bastante agotadora es la avalancha de película se superhéroes como para además tener que encontrarse con estas tonterías caras. Es verdad que hay otros géneros y lugares más recurrentes que los superhéroes, es el tamaño y el espacio que ocupan estos films lo que las hace un poco más molestas.
Oh, sí, podemos buscar las conexiones entre todas las películas de Marvel, la continuidad de los guiones, las referencias constantes y los cameos que no aportan absolutamente nada. También podemos hacer sofisticadas interpretaciones políticas y sociológicas acerca de los subtextos que la película tal vez contenga. ¿Pero para que hacer tanto esfuerzo cuando la base de la película, su guión y la forma en que está filmada no tienen el más mínimo encanto? Es más útil dedicarle energía a otros films que tengan algo de coherencia y respeto por los espectadores.
Hay muchos chistes malos, hay algunos aceptables y al final del metraje se puede decir que hay demasiados. Thor: Ragnarok es una comedia que utiliza una franquicia como excusa. A mí me sigue pareciendo un misterio el motivo por el cual alguien decide hacer una comedia a partir de eso. Porque claro, no todo es comedia, también tenemos una buena dosis de escenas de acción sin la más mínima gracia o tensión. La comedia es mala, el drama lo es aún más.