La secuela de Thor es ante todo un gran debut en el cine hollywoodense de Alan Taylor.
Un realizador que viene del circuito independiente y que había hecho tres filmes como Palookaville (1995), Los nuevos trajes del Emperador (2001) y Kill the Poor (2003) que no tenían nada que ver con los grandes espectáculos pochocleros.
Hacía 10 años que este hombre no hacía una película, ya que estuvo ocupado dirigiendo series de televisión como Deadwood, Los Sopranos y Juego de tronos.
Quería destacar esto porque no cualquiera puede tomar las riendas de una superproducción de este tipo, con todas las presiones que esto acarrea, ya sea por las expectativas de los fans o de los ejecutivos de los grandes estudio, y brindar una gran película.
Lo genial de Thor es que Marvel no destruyó lo que había construido Kenneth Brannagh en el film anterior. Algo que a veces ocurre cuando se produce un cambio de realizador en este tipo de series.
Lo vimos con Batman en los ´90 cuando Joel Schumacher se hizo cargo de la saga.
En este caso Taylor mantuvo una continuidad en lo que se refiere a la manera de encarar a Thor y su mundo con la particularidad que el argumento se concentró mucho más en la acción y las secuencias épicas.
Lo genial de la nueva entrega es que tiene muchas más escenas en Asgard y el film tiene un buen equilibrio con los momentos que transcurren en la Tierra.
El humor fue impecablemente trabajado y nunca llega desbordarse como Iron Man 3 que prácticamente resultó una comedia. En la nueva entrega de Thor algunos chistes sutiles son desopilantes y aparecen en el momento justo.
Tom Hidleston la vuelve a romper como Loki y al igual que en los cómics se hace difícil imaginar una historia de héroe de Marvel sin su presencia.
Desde lo argumental no se presenta ningún hecho concreto que se relacione con la próxima película de los Vengadores y durante los créditos finales se puede ver una escena extra que conecta este film con lo que será el debut en el cine de los Guardianes de la Galaxia el año que viene.
La única objeción que tengo para este estreno es la música.
La banda sonora que compuso Partick Doyle en la primera entrega era espectacular y más emocionante y tenía una fuerte presencia en la película.
La nueva música de Brian Tyler (Iron Man 3) no tiene la misma fuerza y pasa más desapercibida.
Al margen de esta cuestión, la película es una excelente aventura independiente de Thor que cumple con todo lo que uno podría esperar de un film de este tipo y que encima está impecablemente filmada.
Otro acierto de Marvel en la pantalla grande.