Me cuesta entender a Mark Steven Johnson (el responsable de "Killing Season"), cada vez que intento decifrar su estilo, vuelve con un trabajo en el que cambia su rumbo y desdibuja su estilo. Y si bien eso puede ser interesante (rara vez se repite), sus tópicos han sido variados y me da la impresión que sigue buscando un perfil en la industria.
Sino, es difícil pensar que haya hecho la muy buena "Simon Birch" y haya sido a la vez, responsable de "Daredevil" y "Ghost Rider"... dos productos bastante discutibles por cierto. Aquí, Johnson se agenció dos actores top de la industria y los puso en un escenario hostil, a duelarse con un actual trasfondo ideológico-político.
El resultado es una cinta que intenta mostrarse como un relato que arranca como thriller, pero se toma sus licencias para reflexionar sobre la naturaleza del conflicto en Bosnia. Kovac (John Travolta con una barbita interesante) es un serbio ex combatiente de las guerras yugoslavas en los 90.
Sobrevive como asesino a sueldo de cierto prestigio. Cierto día, su asignación para cumplir es la de matar a Benjamin Ford (Robert De Niro), un coronel retirado que es bastante conciente del odio que generó su actuación en la guerra, que vive aislado y lejos de todo, en las profundidades de un bosque en los Apalaches. Hay que decir, que Kovac salió con vida milagrosamente 18 años antes de una serie de ejecuciones que Ford realizó con gente de su escuadrón. O sea, es una venganza. Lisa y llana.
Eso parece. El centroeuropeo decide ir por su presa, se relaciona con el veterano combatiente y traban una relación extraña donde hay bastante desconfianza. Luego de una cena con bastante tela para cortar, deciden ir de caza juntos (la temporada del venado) y ahí comienza realmente la película, porque los velos se corren y los dos hombres vuelven a la histórica rivalidad, como si los años no hubiesen pasado...
El guión está bien, aunque para mí gusto es demasiado didáctico en algunos momentos y peca de cierta ingenuidad a la hora de la resolución del conflicto. Es cierto sí, que Travolta y De Niro hacen lo suyo con relativa soltura, la pasan bien juntos y si no fuera por ellos, no existiría "Killing Season". Sus gestos, los contrapuntos y algunas escenas logradas (como la de la noche de la borrachera en la cabaña), redondean un producto aceptable, sin dudas.
El acento de Travolta, bueno, es un tema aparte. Un thriller clásico, correcto y sin demasiadas luces, donde el relieve los ponen sus primeras figuras. Si lo suyo es seguir la carrera de estos grandes actores, reviste algún punto más de interés.