Juguemos en el bosque
El tema de la venganza es bastante habitual en el cine. Heridas que intentar reparar, deudas del pasado, las variantes son muchas, pero la fórmula es similar: un personaje busca a otro para ejecutar ese castigo que cree que el otro se merece. Y esa es la base de la historia de esta película también.
Emil Kovac (John Travolta) es un sobreviviente de la guerra de los Balcanes. Un sobreviviente peculiar, ya que no sólo superó las batallas, sino también un fusilamiento ejecutado por el ejército de la OTAN. Y conoce el rostro de su fallido verdugo. Casi veinte años después logra saber el nombre de ese soldado, se trata del retirado Benjamin Ford (Robert De Niro, desperdiciando su talento una vez más). De alguna manera que no se explicita en el filme, Kovac logra ubicar a Ford en su remota reclusión: una cabaña en medio del bosque donde vive solo y alejado de su familia desde que volvió de aquella guerra. Y allí va a buscarlo. Para vengarse, claro.
La película tiene momentos de suspenso bien logrados, pero avanza a los tumbos, con muchos altibajos, debido a la pobreza del conflicto que sustenta la historia. En un principio se plantea como una propuesta casi de asesino psicópata, sin embargo ese desconocido que pretende pasar por amigo ante Ford da a conocer sus verdaderas intenciones muy de golpe, rompiendo de manera brusca el ritmo que hasta entonces llevaba el filme, y allí comienza la persecución, la cacería.
El director Mark Steven Johnson aprovecha la cruel intimidad del encuentro cara a cara, de la persecución a pie, y esos son los momentos en los que el filme alcanza cierta tensión, pero se desvanece en cuanto aparecen los largos e inconsistentes diálogos entre el desvariado Kovac y su aterrada presa. Hay mucho recurso sangriento también, después de todo la ventaja de ser un exsoldado es que se llega a esa mezcla de Mc Gyver y Rambo: gente capaz de resolver situaciones de emergencia con mínimos elementos.
Con personajes que no aportan solidez, y una historia algo forzada, "Tiempo de Caza" parte de un buen intento como película de suspenso, pero se desdibuja en el camino, y no logra cumplir ese objetivo.