Nuevo trabajo de la prolífica directora francesa Catherine Corsini (para concerla a fondo, basta ver "Leaving" -2009-) protagonizado por la ascendente actriz belga Cécile De France llega a salas porteñas. Buena noticia, por supuesto. El cine galo tiene tradición contando poderosas historias de amor con sello propio y lo que tenemos en el menú, va en esa propuesta con los habituales cánones de calidad a los que esa geografía nos tiene acostumbrados.
Verano del 71, época de mucha efervescencia social y aquí tenemos la lucha de dos mujeres que se cruzan en un momento crucial de sus vidas. Una vive en un medio rural, Delphine (Izia Higelin) y su existencia es bastante mundana, matizada con intensas escaramuzas con cierta muchacha del lugar. Una vez que esta chica le cuenta que va a contraer matrimonio, nuestra protagonista decide mudarse a la gran ciudad (París) a cambiar el rumbo de su destino.
De forma fortuita se topará con una bella Carole (De France), una docente de castellano, activa militante por los derechos de la mujer, que la impactará. Ella sí está en pareja con un hombre de ideas socialistas, aunque viviendo crisis de falta de emoción. Carole se sorprende de la recién llegada y su singularidad, y rápidamente conectan desde lo físico y lo romántico.
Lo que vendrá, es una clásica historia de amor, contra toda adversidad. Las dos enamoradas deberán batallar para defender lo que tienen, dentro de duros contextos (el rural es un claro ejemplo de esta perspectiva), apelando a su conexión pura e íntima, a lo largo de una historia sinuosa que puede deparar cierta sorpresa en su recorrido.
Corsini se luce cuando rueda a sus amantes en distintos contextos. Logra captar con su lente toda esa energía y pasión en sus personajes y eso tracciona el motor del film. Al mejor estilo de "La vida de Adele", el sexo moviliza y derriba estructuras. Sin embargo, hay en esta historia un trasfondo social complejo, que se despliega, y juega, en la vida de los participantes de la trama. Es ahí donde aparecen las debilidades de la directora para dar correlato a las luchas, la militancia, la evasión y la discusión filosófica sobre que camino tomar. Cierta atención no logra sostenerse ahí y hasta funciona como elemento distractor de lo que realmente nos importa: cómo estas mujeres resuelven su coyuntura para vivir el amor que tienen y las atraviesa.
En el correlato de la pareja, las ideas fluyen y están bien llevadas. Gran tarea de la pareja protagónica.
La fotografía y la banda de sonido están acordes y todo cuadra de manera de disfrutar de un cinta romántica, auténticamente francesa. Si ya viste "Carol" y te gustó, además, es cita obligada.