La pantalla le queda grande
Del clásico libro de J. M. Barrie llamado Peter Pan existieron muchas versiones teatrales y cinematográficas, siendo la más popular de todas la que produjo el mismísimo Walt Disney en 1953. Allí, y por primera vez, el personaje de Tinker Bell (Campanita o Campanilla, en castellano) cobraba una forma humana y era más que una luz en el relato.
Los puristas de aquel momento se quejaron por esa forma de mujer voluptuosa que Disney le otorgó. Tenían algo de razón, porque a pesar de ser tan diminuta, el film le da un sutil y pícaro toque sexy al personaje. Aun así, Tinker Bell no tenía diálogos en el film. Pero hasta tal punto fue importante el personaje para Disney, que se convirtió –luego de Mickey Mouse– en el símbolo más fuerte de los Estudios Disney. Es Tinker Bell quien aparece en el logo del Disney Company, rodeando al castillo y simbolizando la magia cinematográfica de todos los films creados por esa empresa.
Para comprobar hasta qué punto Campanita es considera sex symbol, en Hook, de Steven Spielberg, la interpretó Julia Roberts. Y cuando la animación Disney decidió expandir sus personajes, creando secuelas y ramificaciones, Tinker Bell fue una de las que mejor funcionó. Producto que podía competir con los dibujos de Barbie, y con una simpleza que ya no tenía nada que ver con la creación original de Disney.
Los films de Tinker Bell no son, a diferencia del Peter Pan original o de las princesas Disney, films para toda la familia. Su estética y su armado es más infantil y su target de nenas es bastante acotado, bordeando también los estereotipos de género en la infancia. Así al film Tinker Bell (2008), le siguieron tres films más y ahora un cuarto, cuyo título original era Secreto de las alas, pero acá se tradujo como El secreto de las hadas. Las secuelas de aquel film fueron creadas para ser estrenadas directamente en DVD, y esta versión no se estrenará en cines en los Estados Unidos, sino que saldrá de forma directa en DVD y Blu Ray en octubre. El guión es simple: Tinker Bell se adentra contra toda advertencia en los Bosques de Invierno y allí descubre algo que obviamente no adelantaremos por ser justamente un secreto. Poco tiene de nuevo para aportar el film, a pesar de su siempre interesante trabajo con las distintas estaciones del año. Destinados a sufrirla mil veces en el formato hogareño, ni el 3D justifica el tener que pagar una entrada de cine.