A veinticinco años de su estreno, fue relanzada, a nivel mundial, una versión remasterizada en 3D a alta velocidad de cuadro de “Titanic” (1997), la épica película de James Cameron, que obtuviera la cifra récord de once Premios Oscar. Una historia convergente de encantamiento, tragedia, drama, acción y catástrofe que tuvo lugar en el denominado ‘inundible’, la embarcación más grande construida hasta el momento. Inspirándose en el best-seller autoría de Don Lynch y Ken Marschall, el director se adentró, con años de anticipación, en la artesanal reconstrucción del mítico barco que zarpara desde el puerto inglés de Southampton con destino a New York. El resultado depararía un clásico cinematográfico para los tiempos modernos. El compromiso del realizador por documentar lo acontecido lo llevó a enfrascarse en una profusa investigación: para su película, decidió integrar en el metraje imágenes de los restos reales, descubiertos en expediciones llevadas a cabo en 1995, cerca de la costa de Newfoundland, en su natal Canadá. Rodada en sets afincados en Baja California, el móvil fue recreado en una maqueta de casi doscientos cuarenta metros de largo; la producción pretendía ilustrar una grandilocuente y pormenorizada recreación de época del naufragio causante de muerte a aproximadamente mil quinientas personas, ocurrido en las heladas superficies del Atlántico Norte. Era la madrugada del 15 de abril de 1912.
Con motivo de su creciente interés para las nuevas generaciones, y en consonancia con el documental de NatGeo “Regreso al Titanic” (2020, Tom Stubberfield), registrando las primeras incursiones en captar los restos con alta tecnología, el galardonado film vuelve a exhibirse en salas de todo el mundo. Técnicamente incontrastable, este hito de fin de siglo hecho de imágenes en movimiento colocó en el foco de atención a dos estrellas emergentes como Leo DiCaprio y Kate Winslet, convertidas hoy en celebridades a nivel mundial. Dando vida a al trunco y desafortunado amorío, el acto de sacrificio por parte de uno para dar salvataje a su amada convirtió al opus de Cameron en uno de los grandes relatos románticos de la historia del séptimo arte. El cual fuera inmortalizado en el icónico retrato que Jack hace de Rose, durante la travesía. ¿Adivinan a quien pertenece el trazo de aquella obra de arte? Al mismísimo Cameron. Alternando pasado y presente, “Titanic” nos lega una enésima curiosidad: el personaje de Rose en la ficción es interpretado por la actriz Gloria Stuart, inspirándose el autor en la figura de la artista, pintora y ceramista californiana Beatrice Wood. El ya fallecido James Horner compuso la mítica banda sonora del film, incluyendo el single éxito de ventas “My Heart Will Go On”, de Celine Dion, y legándonos la antológica escena con Leo abrazando a Kate, en la proa del barco.