El arte en primer plano
Tito Ingenieri es artista, escultor y un sobreviviente en muchos sentidos, un hombre que se abrió paso en el arte con sus propias manos. Como testigo de su obra, se erige la casa que él mismo construyó con miles de botellas de vidrio y que está en Quilmes.
El documental de Alcides Chiesa y Carlos Eduardo Martínez explica quién es este artista ("no soy un artista, soy un laburante") al que le costó seguir adelante, que fue golpeado salvajemente por su larga melena y conoció ya de adulto a su primera novia.
El trabajo se estructura a partir del testimonio del propio Ingenieri relatando anécdotas de su pasado, del uso de drogas y de su gran creatividad, y se alterna con la aparición de aquellos que lo conocen y cortos de animación que ilustran su universo.
Personajes curiosos si los hay, Ingenieri es autodidacta, fue plomo de rock y estuvo relacionado con el teatro. Hoy, su casa es un museo visitado por niños, y las botellas que sostienen las paredes del hogar contienen mensajes artísticos para todos aquellos que los quieran enconctrar.
Un documental sencillo sobre un hombre al que cualquiier elemento de desecho le sirve para construir. Es, sin dudas, un náufrado en la Ribera de Quilmes que sigue adelante contra viento y marea. Un Robinson Crusoe en medio del caos.