Con la necesidad explícita de Tomás Sánchez para filmar una historia basada en hechos reales, sobre una mujer trasplantada del corazón, se desarrolla esta película que incluye a un numeroso elenco, aunque cuenta con una austera producción, con lo quje intenta dar vida a esta comedia dramática realizada en un complejo turístico de Chapadmalal, como también de Purmamarca.
Aralia (Betiana Blum) encarna a la señora trasplantada, cuyo mayor deseo es reunir a la banda de músicos en la que ella tocaba el piano, para realizar el homenaje de despedir las cenizas de su ex esposo Rafael (Víctor Laplace), que se le aparece constantemente para aconsejarla, pero para eso necesita la inestimable colaboración de sus hijos, Diego (Pablo Rago) y Lucho (Martín Slipak) que viven en la Argentina, y de Emi (Romina Gaetani) que es cantante en España, y peleada con su madre.
El relato está regido por muchas situaciones forzadas o, en todo caso, mal justificadas, como el hecho de que a Aralia no le parece apropiado arrojar las cenizas a la playa y decide ir al norte del país, y llevar consigo a toda la troupe de acompañantes.
Porque ella es impulsiva, mientras que Diego es pragmático y quiere que su madre se cuide. Lucho desea ayudarla, y Emi, que regresó por unas semanas, vive discutiendo, sin poder cerrar las heridas que la alejan de su mamá.
Bajo una musiquita que se vuelve irritante, por sonar en casi todas las escenas, y con escasos diálogos bien construidos que intenta concientizar al espectador de que estar trasplantado es una dura prueba personal, pero que se puede aceptar y asimilar de la mejor maner, para continuar viviendo. Falla por las reiteraciones de diálogos y situaciones, como así también del timing para ejecutarlas en el momento indicado. La presencia de Rafael es otra prueba de ello. Son todos elementos que le impiden avanzar a la historia, queda patinando en el mismo lugar, hasta que puede continuar su marcha.
Lamentablemente el film no logra divertir, ni conmover o hacer reflexionar sobre la donación de órganos. Simplemente transcurre guiado por las indecisiones de Aralia, las discusiones con sus hijos y con los integrantes de la banda, donde lo único rescatable son las magníficas imágenes de los paisajes argentinos.