Todo el dinero del mundo

Crítica de Santiago García - Leer Cine

NI CON PLATA.

El título de la película se refiere, entre otras cosas, a la figura del millonario John Paul Getty (Christopher Plummer) es uno de los hombres más ricos del mundo. El más rico de todos los tiempos como se dice al comienzo del film. Cuando su nieto de dieciséis años, al que él quiere mucho, es secuestrado y piden un rescate, se desencadena un conflicto extra inesperado. El millonario se opone a pagar el rescate. De forma brutal le explica a la madre del joven que él tiene catorce nietos y que no puede pagar diecisiete millones de dólares por cada uno. La historia es la de la lucha de la madre (Michelle Williams) por hacer que Getty cambie de opinión y salvar así la vida de su hijo. Para lograrlo, ella busca aliarse con el gerente de negocios de Getty y ex agente de la CIA Fletcher Chase (Mark Wahlberg) para convencer a Getty de que decida tener otra idea del conflicto y pague el rescate.

Ridley Scott tiene una probada y extensa trayectoria que comienza en la década del setenta y que tiene grandes títulos hasta la actualidad. También ha filmado muchos bodrios, algunos asombrosamente malos en comparación con sus mejores títulos. Acá estamos frente a uno de sus títulos mediocres, esos que no terminan nunca de encontrar el tono adecuado. Cómo policial, la película tiene buen ritmo narrativo, pero cae tantas veces en trazos gruesos y subrayados que nos queda claro que el director quiere decir algo importante sobre el mundo. Para lograrlo tiene demasiados momentos de forzada idealización de una banda de secuestrados cuya crueldad se nota simplificada. Nadie pide que se ajuste a la realidad de los hechos, pero queda claro que hay una mirada entre clase alta y clase baja de la cual esta película es un borrador torpe. Los actores que interpretan a los secuestrados compiten a su vez en un torneo por saber quién es capaz de actuar peor, la competencia es dura, todos pierden pero todos dan vergüenza ajena. Todo el dinero del mundo elige una historia extraordinaria y la convierte en un film menor. Lo mejor incluso, la historia posterior al secuestro, lamentablemente no forma parte del relato.