Antes de su estreno, el director Ridley Scott debió suspender la Avant Premiere que tenía programada y el 8 de noviembre se anunció que el actor Kevin Space no formaría parte de la película debido a un escándalo que lo vinculaba con acoso y abuso sexual y quien haría su personaje sería el actor Christopher Plummer. Debió rearmar todo.
Este film cuenta con la gran actuación de Christopher Plummer (88 años) un gran profesional y a esta altura de su vida no tiene nada que demostrar pero tiene un gran merito porque en muy pocos días se metió en la piel del multimillonario Jean Paul Getty y esta grandioso, logra que los espectadores lo odien, como ese anciano tacaño, huraño, frio, mezquino, avaro, en fin un ser despreciable. Lo gane o no es digno de encontrarse este año nominado a los premios Oscar.
Muy sólida en su interpretación como la madre del joven y nuera del magnate se encuentra Michelle Williams (“Mi semana con Marilyn”), en el caso de Wahlberg (“El sobreviviente”) interpreta a un ex agente de la CIA y está correcto pero cuando le toca compartir escenas con Plummer queda opacado. Dentro el elenco secundario se encuentran el actor francés Romain Duris y Charlie Plummer, ambos están correctos, tiene interesantes y duros momentos entre el secuestrado y quien debe cuidarlo que forma parte de la banda de secuestradores.
Su relato es inquietante y posee: suspenso, tensión, intriga, situaciones de un potente dramatismo, buena ambientación de época, goza de buen ritmo aunque algunas escenas se alargan un poco y resultan un poco reiterativas. El elenco se encuentra muy bien dirigido por el impecable británico Ridley Scott quien ya tiene ochenta años y fue cuatro veces nominado y nunca ganó un Oscar.