Susanne Bier pertenece a esa camada de cineastas daneses que surgieron a mediados de los años ´90, donde se destacaron también Lars von Trier y Thomas Vinterberg.
La mayoría de sus trabajos funcionaron muy bien en el mercado internacional y en algunos casos se convirtieron en éxitos comerciales.
Podemos citar The one and Only (1999), Open Hearts (2002) filmada bajo las reglas del Dogma 95, Brothers (2004), con Connie Nielsen (que luego tuvo su remake Hollywoodense), Thing We Lost in the Fire, con Benicio del Toro y Halle Berry y más recientemente In a Better World (2010), película con la que ganó el Oscar al Mejor Film Extranjero.
Con su nuevo trabajo, Todo lo que necesitas es amor, la directora volvió un poco a sus raíces con esta comedia romántica, que es el género con el que se inició en el cine en la década del ´90.
Es una película más liviana que sus últimos trabajos, donde presenta una historia de enredos que en Hollywood tranquilamente podría haber hecho Julia Roberts en la actualidad.
Trine Dyrholm, recordada actriz de La Celebración (1998), es la protagonista de esta producción, donde forma una buena dupla con Pierce Brosnan, la figura más popular del reparto, ya que el resto de los actores son daneses.
Todo lo que necesitas es amor tiene todos los clichés y estereotipos de este género, algo que genera que la película sea bastante previsible. No hay sorpresas en el argumento y desde el momento en que se presentan los personajes principales ya sabés como va a terminar la historia.
Sin embargo, no es para nada una mala producción. Es claro que después de los dramas que realizó en los últimos años, la directora Bier se relajó un poco con este proyecto que terminó siendo su película más comercial hasta la fecha.
Con la buena pareja que forman los protagonistas y las bellas locaciones que presentan los paisajes italianos, este film no pretende otra cosa que brindar un entretenimiento ameno dentro de este género y creo que cumple muy bien con ese objetivo.