Un roto para un descosido
Conocida por su estilo áspero, la danesa Susanne Bier, directora de Hermanos, encara su primera comedia romántica sin perder el menor toque corrosivo. Ida (Trine Dyrholm) descubre que su marido la engaña justo cuando está por partir desde Copenhague hacia Italia, para asistir a la boda de su hija. El descubrimiento es el golpe de gracia de una tragedia personal: cerca de la tercera edad, Ida está sometida a quimioterapia para combatir cáncer de mamas, pero su peluca rubia, tan natural, y su sonrisa, tan carismática, mantienen el ánimo a flote. En situación no menos desventajosa está Philip (Pierce Brosnan), que perdió a su mujer en un accidente automovilístico. Philip es el padre del novio y todo hace suponer que antes o después de la boda habrá un encuentro amoroso entre ambos, en el escenario deslumbrante de mar y costas rocosas del sur de Italia. Bier presenta esa posibilidad y luego la complica con los rollos de los protagonistas, pero la película avanza gracias a la vulnerable y enamoradiza Ida, cuyo apego a la vida desarma al acartonado Philip. Brosnan, una vez más, impecable en su impostada flema británica.