Fútbol y colores
Todo por el ascenso (2019), dirigida por Jorge Piwowarski, es una película que toma elementos de la cábala futbolera para insertar una historia que mezcla drama y comedia. Un relato de aventura urbana que, si bien posee un conflicto muy claro, no tiene más que un relato de simples resoluciones, risibles y básicos de la comedia, y al final sólo queda la impronta de sus protagonistas.
Néstor (Ariel Pérez de María) es un gran creyente de las cábalas, sobre todo las relacionadas con el fútbol, incluso si éstas rozan lo ridículo y bizarro está dispuesto a llevarlas a cabo pues la suerte es lo más importante para él. Esta vez su equipo, el Atlético, se juega el ascenso a primera división y debe viajar a Mendoza para apoyarlo. Irá con su amigo Rafa (Tomás Fonzi) y tienen todo listo hasta que aparece Fabián (Fernando Govergun), el colorado que trae la mala suerte y que ha llegado desde Colombia específicamente para viajar al partido. Entonces los dos amigos se ofrecen a llevarlo, sin saber que se trata de un plan de Néstor para impedir que llegue al partido porque, la presencia de Fabián, pone en peligro el objetivo del ascenso.
Si bien la película tiene un ritmo rápido y necesario, una especie de roadmovie, tal como lo pide la comedia, centrar todo en una cábala resulta un tanto forzado. Dado que no se detiene en otra cosa, ni exagera ni entra en algo lúdico. Desde luego deja en claro lo que quiere contar, y eso puede tomarse como algo positivo porque lo hace de manera directa, pero no busca otros ápices, no hay cierta irreverencia o doble sentido. Mas si toca algo sensible como es la creencia sobre los colorados y la mala suerte, una noción intangible tan igual que la pasión por el futbol. Entonces se nutre de lo que puede resultar divertido, la aventura de sus personajes y la impronta que nos deja.
Lo risible se compone de elementos ya previsibles: la droga, el dirigente corrupto, los malentendidos de la ruta, la relación entre divorciados, las mismas cábalas, la mezcla de historias que en realidad sucedieron de otra forma y así hasta poblar todo de situaciones convencionales que terminan por tener la gran mirada del futbol como telón de fondo. Y aunque sean previsibles no se les da otro matiz, solo queda la forma en cómo se llevan a cabo y eso ya es el desempeño de sus actores. Una historia costumbrista, con formato de comedia de situación actual y de visión fácil.
Intenta ser un relato sobre la amistad y que derrumba el mito sobre la suerte, pero no lo termina de esbozar del todo. Pareciera entredecir que la suerte si existe y que hay gente que hace todo por la cábala, incluso llegar a la violencia. La comedia suele potenciarse cuando critica sus propias ideas, más si toca cuestiones de la sociedad aunque de manera plana todo sin dejar margen a otras cuestiones. Le va mejor cuando el trio protagonista se zambulle en situaciones no relacionadas con la suerte e intentan llevar el ritmo para generar las situaciones que necesita.