Se sabe que el fanatismo por un club, por una camiseta, no se compara ni siquiera con la política. Si no, pregúntenle a Néstor (Ariel Pérez De María), hincha de Atlético Saavedra, que se está jugando todo por ascender. Tiene pendiente un solo partido, la revancha de la final con Gimnasia de Mendoza, y hacia allí piensa ir, con su amigo Rafa (Tomás Fonzi). Y, cabulero como pocos -o nadie- le tiembla el esqueleto cuando se entera de que Fabián (Fernando Govergun) regresó de Colombia.
¿Y cuál es el problema?
Que Fabián es hincha del Atlético como ellos, pero… es mufa. Y quiere ir a ver la final a Mendoza.
Cada partido al que Fabián fue a la cancha, Atlético Saavedra perdió. Así que hay que hacer lo imposible por impedir que llegue a pisar el estadio… Sin que se dé cuenta. Y si se da cuenta, no importa.
Comedia absurda y por momentos algo sexista, Todo por el ascenso no deja de verse con una sonrisa en su escasa duración (80’). Si Fonzi está en un rol que le cae perfecto, es Pérez de María el que se roba muchas miradas. Su personaje, capaz de pisar excremento si eso le asegurara que su equipo triunfará, y cuya ex esposa es hija del presidente corrupto del club, es tanto o más el eje del relato, aún más que el de Fabián, que resume en su persona todo lo que no tiene que ser.
Y esta película, si le hubieran dado una salida mejor, no solamente tres pantallas, podría encontrar un público que, así, difícilmente llegue a disfrutarla.