Basada en una novela homónima escrita por Nicola Yoon (2015), “Todo, todo” se centra en Maddy, una chica de 17 años que posee una enfermedad inmunológica grave que no puede salir de su hogar. Pero su vida cambiará cuando Olly se mude a la casa de al lado.
“Todo Todo” nos propone un drama romántico al estilo de “Yo antes de ti” o “Bajo la misma estrella”, en el cual una persona con una enfermedad o incapacidad conoce a alguien que cambiará su vida y que buscará el lado optimista y positivo, sin centrarse en la gravedad del asunto. Sin embargo, en este film en particular nos encontramos con una escasa profundización tanto de los personajes principales como de su relación. Ni bien se ven ya se observa el interés amoroso entre ambos y en poco tiempo se despliega toda su potencial conexión.
Se puede destacar la química que tienen los protagonistas, interpretados por Amandla Stenberg y Nick Robinson, quienes desarrollan una relación real y natural. Ambos actores se encuentran cómodos en sus papeles.
Otro de los aciertos del film es la forma en la cual se plasman las conversaciones de los adolescentes en la pantalla. Podrían haber puesto simplemente los mensajes de whatsapp, pero le dieron una vuelta de tuerca para que estos encuentros hipotéticos y ficticios sean también atractivos de ver.
Sin embargo, el relato se vuelve predecible desde un primer momento y, a pesar de los esfuerzos por querer engañar al espectador, al final de la película se dará cuenta que siempre tuvo razón y que sabía qué terminaría pasando. La información proporcionada a la audiencia es bastante obvia, perdiendo fuerza el impacto final.
Asimismo, existen ciertas inconsistencias argumentales o algunas situaciones justificadas de una manera un tanto débil, que no terminan de ser del todo creíbles.
En síntesis, “Todo Todo” propone un drama romántico trágico que podría funcionar dentro de un público juvenil, pero que se torna predecible desde el comienzo del film, dejando sin lugar a la imaginación de la audiencia. Si bien tiene algunos puntos a favor (decisiones estéticas con respecto a la trasmisión de la palabra, no caer en los golpes bajos o la química de los actores), las inconsistencias narrativas no hacen a la credibilidad de la historia.
Puntaje: 2/5