Una comedia sin mucho brillo
Lo mejor de la película son las actuaciones de Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis
Para los seguidores de la comedia norteamericana más reciente, la combinación de los nombres de Todd Phillips, director de la divertida ¿Qué pasó ayer?; Zach Galifianakis, el comediante del momento, que se hizo conocido por aquella película, y Robert Downey Jr. sólo podía generar expectativas altísimas. Casi tan altas como la decepción que genera Todo un parto , la road movie cómica dirigida por Phillips y protagonizada por Galifianakis y Downey Jr.
A diferencia de lo que sucedía con ¿Qué pasó ayer? -la comparación es inevitable-, a este film le falta frescura, ese aire de originalidad que posibilitaba que situaciones vistas mil veces antes parecieran de algún modo nuevas. Y muy graciosas. Si la anterior película de Phillips y compañía provocaba carcajadas continuas, ésta logra apenas un puñado de risas aisladas. Aunque lo que aquel éxito no tenía era a un actor como Downey Jr., su presencia y el dúo cómico que forma con el comediante Galifianakis son los elementos que inclinan la balanza en favor de Todo un parto.
En el film, el protagonista de Iron Man interpreta a Peter, un arquitecto a punto de ser padre que debe tomarse un avión para regresar a su casa en Los Angeles a tiempo para el nacimiento de su primer hijo. En su camino se cruza con Ethan Tremblay, un aspirante a actor cuyo padre acaba de fallecer y está decidido a triunfar en Hollywood. Aunque este hombre de permanente en el pelo y perrito siempre en brazos es apenas una versión del personaje que el propio Galifianakis exprimió al máximo en ¿Qué pasó ayer?, resulta gracioso en contraste con el iracundo Peter de Downey Jr. Esto, a pesar de una tendencia de la historia a caer en chistes de mal gusto -el peleador veterano de guerra redefine el concepto de incorrección política- o al recurrir a bromas demasiado cercanas al humor de inodoro de los hermanos Farrelly ( Loco por Mary).
Referencias del pasado
Claro que, más allá de los puntos de contacto con ¿Qué pasó ayer?, esta película tiene una referencia temática y argumental bastante más cercana. Se trata de Mejor so lo que mal acompañado, el film que protagonizaron John Candy y Steve Martin y que dirigió John Hughes en 1987. Allí, como aquí, un hombre de familia (Martin) se veía obligado a un viaje con un personaje insoportable (Candy) que le complicaba la existencia hasta hacerle perder todas las formas.
A pesar de la falta de originalidad, Todo un parto logra explotar al máximo el inmenso talento para la comedia de Downey Jr., que unos años atrás, y con muchos más vicios encima, bien podría haber interpretado al fumador empedernido de marihuana que le tocó en suerte a su compañero de elenco. Más maduro y seguro de su lugar en la industria del cine, ahora, Downey puede dejar que Galifianakis sea quien diga las frases más desopilantes -"conozco a Shakespeare, es un pirata y su nombre correcto es Shakesbeard"-, mientras él lo mira, mostrando sus fantasías asesinas apenas con abrir y cerrar sus expresivos ojos.