Asghar Farhadi venía con dos premios Oscar a mejor película de habla no inglesa abajo del brazo. Primero había sido por “Una separación” (2011) y, luego, gracias a “El viajante” (2016). Ambas, extraordinarias obras dramáticas (aunque la segunda algo menor), con la gran virtud de saber retratar vínculos familiares con habilidad.
El director iraní, esta vez con los pies en España, propone otro drama familiar que, más que considerarse dentro de este género, bien le quedaría la etiqueta de thriller. Al menos, una suerte de thriller minimalista. Con un elenco principal cargado de estrellas como Javier Bardem, Penélope Cruz y Ricardo Darín, “Todos lo saben” nos presenta una familia en un pueblo de España que recibe la visita de una de las hijas (encarnada por Penélope), quien había emigrado a Argentina tiempo atrás. Ella viene acompañada de sus dos hijos, pero sin su marido (Darín), para presenciar el casamiento de una de sus hermanas… El disparador del problema es la desaparición de una de las hijas que vino de Argentina.
Farhadi se toma el tiempo necesario para presentar cada integrante de la familia con la destreza que lo caracteriza, y esto termina siendo fundamental para sostener gran parte de la intriga y el suspenso en el resto de la cinta. Con un hilo narrativo coherente, plagado de confusiones, sospechas y misterios, la película toma el envión suficiente para transformarse en una delicia más del iraní. Sin embargo, hay algunas cosas que fallan.
Aunque esté repleto de una importante carga dramática y reine la tensión, el film se torna lento y repetitivo. Esto se debe, en parte, a que en momentos cae o descansa en ciertos lugares melodramáticos que le juegan en contra. Asimismo, el segundo acto tranquilamente podría haber sido más corto y hubiese sido mucho más efectivo. De todos modos, tiene varios puntos fuertes, como el fantástico personaje de Bardem, impecable como siempre, que tiene una transformación brillante y es quien se pone la película al hombro, a ratos con la ayuda de Penélope y los integrantes de la familia, todos bien construidos, tridimensionales. Lamentablemente, el rol de Darín deja mucho que desear. No por su actuación, sino por lo inverosímil que resultan sus acciones y actitudes, muchas veces inentendibles.
Habiendo dicho lo negativo del guión, es de todas formas resaltable la intrincada fórmula que propone Farhadi para mantener el nerviosismo y la intriga hasta el final. Evita algunos lugares comunes y cumple con la premisa del thriller. A pesar de hacerse larga por momentos, no permite que uno se despegue de la pantalla, gracias a la fuerza del inicio y la virtud del director en lograr hacernos dudar de todos los personajes. Y claro, la recompensa está, conforme o no al espectador; esto último es de carácter demasiado subjetivo.
En el ámbito de lo técnico, la película cumple como se esperaba, con una ambientación adecuada, paleta de colores propicia para el tono de la cinta y música típica que nos mete más de lleno en este hermoso país.
La temática es de por sí interesante, pero también ilustra temas como la codicia, el amor, el paso del tiempo y algunos más, con un atractivo particular, sin juzgar a los personajes o brindar respuestas universales en lo más mínimo.
En conclusión, “Todos lo saben” cumple con las expectativas de un thriller, pero lejos está de ser la mejor obra del aclamado director iraní. Lo más destacado es el manejo y construcción de los personajes en un ambiente cargado que, a pesar de fallar en el ritmo y la duración, sirven para entretener al espectador sin necesidad de caer en ciertos clichés propios de este tipo de películas.