El secuestro secreto
El último film del extraordinario realizador iraní Asghar Farhadi, Todos los Saben (2018), es su primer trabajo completamente fuera de Irán, ya que sólo un segmento de El Pasado (Le Passé, 2013) transcurría en Francia, y cuenta por primera vez en su aclamada filmografía con un elenco completamente hispano parlante. Situada en un pueblo de España, la película narra los conflictos sociales al interior de una familia de terratenientes venidos a menos y el encono producto de los cambios sociales con respecto a los habitantes del pueblo en que viven en una situación desesperada, disparada por el secuestro de una adolescente en medio de una fiesta de casamiento.
Lo que parecía una gran y emotiva reunión familiar para celebrar el matrimonio de una joven de la alta sociedad del pueblo se convierte en una pesadilla cuando la hija de Laura (Penélope Cruz), Irene (Carla Campra), es secuestrada en medio de los festejos sin dejar rastros. A partir de esta situación Farhadi analiza con mucha paciencia los conflictos sociales que atraviesan los personajes desde los cambios de posición de clase, los enfrentamientos dentro de la familia, el rencor de los otrora acomodados por su estrepitosa caída, las tradiciones que perviven y las que se pierden en el vertiginoso presente, la delicada convivencia entre el clan y el resto de la sociedad como una familia más, y la difícil situación económica hispana que siempre sobrevuela en las condiciones materiales a ambos lados del Océano Atlántico.
Farhadi dirige Todos lo Saben al estilo de un artesano obsesionado por la perfección y las metáforas, actitud que puede ser ejemplificada en el comienzo del film con una escena lírica en el campanario de la Iglesia, lugar de las travesuras juveniles pero también símbolo del retroceso de la influencia de la religión en la vida cotidiana, de la pérdida de valor de la Iglesia como espacio comunal y de su cambio de estatus, pero también de supervivencia como un emblema del pasado y de la tradición. Pero la España bucólica, sus instituciones y paisajes, funcionan para el director de La Separación (Jodaeiye Nader az Simin, 2011) como un escenario ideal para estremecer los cimientos sociales a través de un secuestro que debe ser mantenido en secreto para salvar la vida de la joven cautiva.
Como en las obras anteriores del responsable de El Viajante (Forushande, 2016), film ganador del premio Oscar a mejor film en lengua no inglesa, en Todos lo Saben la narración pone hincapié en las actuaciones de un gran y consagrado elenco que realiza una tarea extraordinaria, ofreciendo actuaciones realmente convincentes y emotivas donde se destacan Penélope Cruz, Javier Bardem, Elvira Mínguez y Bárbara Lennie, Ricardo Darín y Eduard Fernández. Los personajes pasan de la alegría del reencuentro con Laura y su familia que vive en Argentina a la desesperación por el secuestro, la impotencia y la inacción de la mayoría de la familia, pero también se destacan las sospechas y el odio que sale a la superficie en un opus que recorre la distancia entre el drama y el thriller con gran detallismo y una aguda mirada inquisitiva. Aunque el personaje interpretado por Darín no sea creíble por cuestiones de la idiosincrasia argentina, su actuación es muy buena y su función en el film es muy concreta y certera para el desarrollo narrativo. En este sentido, las actuaciones y las escenas dramáticas entre Bardem y Lennie, dos grandes actores que interpretan a una pareja en crisis ante la situación que viven, funcionan como ejemplos de la justeza del guión y del tono de un relato que estremece por su realismo y su sensibilidad frente a los problemas sociales.
Con Todos lo Saben Asghar Farhadi vuelve a demostrar que es uno de los directores que mejor interpretan los conflictos sociales que subyacen enterrados en el inconsciente colectivo del presente sin atender a concesiones, dejando al desnudo todas las miserias que salen a la superficie cuando las condiciones sociales se tensan hasta el borde de la ruptura debido a un suceso traumático.