Arranco con lo mejor de Todos tenemos un plan. Su realización es impecable. Está filmada como pocas películas argentinas, con un gran trabajo de cámaras en cada escena, con una buena planificación de planos, una correcta fotografía, buen trabajo de edición y además está musicalizada profesionalmente.
Todo eso para mi es brillante y adoraría que la mitad de las películas nacionales tuvieran el trabajo que se ve en esta ópera prima.
Todos tenemos un plan hubiera sido disfrutada por Bielinsky sin lugar a dudas.
Las actuaciones son realmente muy buenas. Viggo Mortensen está muy bien. Le podés buscar el pelo al huevo, pero el tipo lo hace muy creíble.
Sofía Gala es otra mina. No es la que uno conoce de la vida "real y farandulesca". Es una muy buena actríz.
Soledad Villamil es brillante como siempre y Fanego hace lo que más le gusta hacer con total naturalidad: un hijo de puta.
Uno se pregunta para que corno está el actor español Godino. Quizás por cábala de El secreto de sus ojos o seguramente para poder vender mejor la película en España. Pero acá su peso es nulo en la historia y podría haber sido utilizado con cualquier otro actor con más fuerza. En El secreto era el asesino por si no lo recuerdan.
Pero lo que no cierra en Todos tenemos es algunas cuestiones del guión. En que terminan algunos personajes queda en el aire sin respuestas. Y esto sucede en varios niveles. Desde el desenlace de algunos, a la falta de reacción por determinados hechos a otros. Se mete en profundidad con algunos para luego dejarlos abandonados.
Eso es lo raro de la película.
Me quedo con un brillante debut en la realización de su directora Ana Piterbarg, lo que me hace esperar a que haga una segunda película y verla ya consolidada entre los grandes directores argentinos que saben hacer bien las cosas.
La historia seguramente no cuadrará a la mayoría, pero mi buena nota es por la alagría de ver una película nacional tan bien realizada técnicamente. Lo otro ya mejorará en futuras realizaciones.