Se ha promocionado mucho este film por el hecho de estar protagonizado por Viggo Mortensen, que es realmente un gran actor y aquí, trabajando en castellano, está muy bien (es complicado para un intérprete utilizar la que no es su lengua materna, por mejor que la hable). Sin embargo, la película no està a la altura de sus intérpretes (Soledad Villamil y Daniel Fanego son también muy buenos). La historia es la de un médico pediatra que, ante la desaparición de su hermano gemelo -un lúmpen de vida criminal que vive en el Delta que los vio nacer a ambos- asume su personalidad y se introduce en otra vida. El tema del doble, tan consustancial al cine, debería aquí ser la clave de la película. Sin embargo, el film resulta insatisfactorio más allá de algunas buenas escenas de correcta tensión dramática. La razón: el film no “comienza”, acumula sus peripecias sin que el suspenso (esa necesidad de preguntarnos cómo sigue la historia, el deseo de seguir viendo) cuaje nunca. Una revelación final nos explica un poco la decisión del protagonista, pero resulta, desgraciadamente, trivial.