Fallido intento por cambiar un destino
La figura de los gemelos en general remite a la igualdad. Desde chicos, los gemelos idénticos suelen jugar a cambiar sus identidades, ya sea para pasar una prueba, conquistar una chica, o, simplemente por la diversión de confundir al que no los conoce lo suficientemente bien. Este tema del cambio de identidad, aunque sin el aspecto lúdico, es lo que toma Ana Piterbag, que también dirige, para el guión de "Todos Tenemos un Plan".
Dos hermanos gemelos (Viggo Mortensen en ambos papeles) idénticos en lo físico, pero de personalidades muy distintas, son los protagonistas. Pedro, que aún vive en la zona del delta de Tigre, donde ambos se criaron, es apicultor, aunque en realidad sus ganancias económicas provienen de actividades delictivas. Del otro lado, viviendo con su mujer (Soledad Villamil) en un lujoso departamento, está Agustín, pediatra exitoso, que sin embargo entra en una profunda crisis y depresión cuyo origen no queda bien aclarado.
Y aquí es donde nos encontramos con el mayor defecto del guión: es incomprensible el abrupto cambio que ocurre en Agustín. No está desarrollado el origen de esta depresión, y el cambio radical que se provoca en él. Se encierra a tomar cervezas, deja la práctica, pelea con su esposa, y finalmente, cuando recibe la visita de su hermano, se le ocurre de pronto que sería buena idea cambiar de lugar con él. Así terminará en el Tigre, sin tener idea de que el universo de su hermano es mucho más complejo de lo que él suponía.
La película está muy bien filmada desde lo técnico, incluso las ambientaciones de los distintos lugares donde vive cada gemelo están trabajadas como para remarcar lo distinto de sus personalidades. Desde la atmósfera fría, inhóspita y rústica de las islas del Tigre a la luminosidad plena, aunque también fría de la zona de Recoleta, donde vive Agustín, todos los detalles están muy cuidados.
Aunque tenga algunos problemas de guión, como otras líneas argumentales poco desarrolladas, o que quedan inconclusas, y se estire demás en ciertas escenas, la película está muy bien sostenida, tanto por su factura, como por las sólidas actuaciones de sus protagonistas. Se destacan en especial Viggo Mortensen en su doble papel, Sofía Gala Castiglione, y Daniel Fanego, cuyo rostro, ya se ha dicho en este sitio, es un mapa de relieves que refuerza todas las expresiones que el actor interpreta.