Tolkien

Crítica de Leandro Porcelli - Cuatro Bastardos

Tolkien: Deconstruyendo la Tierra Media.
Era inevitable y ya llegó: la biopic del autor del Hobbit y El Señor de los Anillos nos lleva a una vida más que literaria interrumpida por la Primera Guerra mundial.
Tolkien es uno de los estrenos más lógicos y esperables de los últimos años. Después de todo, Hollywood ama las biopics tanto como supo amar la trilogía del Señor de los Anillos. Historia del cine y la literatura fantástica por igual, J.R.R. Tolkien es un mito cuya vida verdaderamente resulta merecedora de un tratamiento biográfico.
Huérfano desde una corta edad, creció con la nariz en los libros y con una pasión por lo académico. Su esfuerzo lo llevó hasta la universidad de Oxford, su espíritu artístico a conocer el amor y el destino hacia el evento que marcaría su vida como la de todo el planeta: la Primera Guerra Mundial.
Como una biopic común y corriente, realmente no hay demasiado que decir sobre ella. Hace las cosas bien, particularmente con un excelente despliegue de producción tanto en la escala del film como todo el trabajo necesario para que una película de época se transforme exitosamente en un pequeño viaje en el tiempo. Puntualmente vale la pena destacar además la labor de casting: desde el protagonismo de Nicholas Hoult hasta llegar a los roles más secundarios, el elenco realmente esta moldeado de la manera justa. Y es que aún los personajes pequeños son importantes en crear la ambientación que hace bastante especial a esta biografía, ya que difícilmente hay escenas que no están rellenas de todo tipo de referencias a los trabajos de Tolkien.
Desde detalles en la escenografía hasta elecciones por parte de los actores, esta es una película particularmente condimentada con un hermoso bingo en el que todo fanático de la Tierra Media puede ir susurrándose todas las referencias que encuentran en la pantalla. Y es que además de aquellas inspiraciones reales que llevaron a la vida del autor a culminar con sus trabajos de ficción, están complementados varios detalles por parte de una dirección y guion dispuestos a jugar con la imaginación de la audiencia.
En cuanto al guion, afortunadamente acompañando al espíritu imaginativo de Tolkien y a su amistad de toda una vida con su círculo más íntimo de amigos, no hay un romance que se adueñe por completo de la trama. Por supuesto que tiene su debida presencia, ya que la relación con su futura esposa fue parte importante de sus experiencias. Pero es un alivio que no haya sentido la presión tan hollywoodense de transformarse en una cinta romántica que vender. A pesar de eso, la fuerte presencia de Lilly Collins en su papel al igual que la química con Hoult y sobre todo como el director finlandés Karukoski elige capturarla en cámara claramente hace que su estampa en la película se extienda mucho más allá de sus meros minutos en pantalla.
Quizás no tenga un impacto demasiado grande en la historia del cine o incluso en la taquilla. Pero Tolkien es una pequeña, humilde y ambiciosa biopic que logra hacer justicia a una figura más que interesante al mismo tiempo que la condimenta con suficientes detalles artísticos y referencias para los fanáticos.
A decir verdad, la experiencia más recomendable para aquellos interesados en la película es sin dudas verla con un grupo de amistades fanáticas de la Tierra Media (aún si es solo de las películas) y apreciarla en una sobremesa en la que vayan repasando las varias referencias tanto al Hobbit como al Señor de los Anillos. Así, difícilmente pueda fallar.