Tom y Jerry: nostalgia en tiempos de COVID-19
Warner Bros. Pictures vuelve a las pantallas, trayendo nuevamente a uno de los dúos más reconocidos del mundo animado. El gato y el ratón, los perseguidores eternos, los frenemies más amados por quienes tienen mas de 30 años: Tom y Jerry.
¿De qué va?
Tom y Jerry reaviva una de las rivalidades más adoradas de la historia. Jerry se muda al hotel más lujoso de Nueva York justo antes del “casamiento del siglo”; la coordinadora de la ceremonia, que está desesperada, no tiene más opción que contratar a Tom para que se encargue de él. Esto desata una batalla entre gato y ratón que amenaza con destruir la carrera de la coordinadora, la ceremonia e incluso quizás el hotel mismo. Pero pronto surge un problema más grave: un empleado ambicioso y diabólico que conspira contra los tres.
Protagonizan Chloë Grace Moretz (Kick-Ass), Michael Peña (Ant-Man), con una participación de Ken Jeong (The Hangover). En la dirección encontramos a Tim Story (director de la fallida Fantastic 4), y produce Chris DeFaria (El mismo de Ready Player One y Lego Movie 2).
La película mezcla animación con live-action y realza las características de los personajes, haciendo que odiemos un poco al ratón Jerry y empaticemos más con el gato Tom (aclaro porque es posible que nunca sepas cuál es cuál). Tom se gana la vida tocando el piano en Central Park, está bien… se hace pasar por ciego para ganar más dinero, pero la intervención de un metiche Jerry termina destruyendo el piano del gato y dejándolo triste y a la deriva. El despreocupado roedor, al no encontrar donde vivir se mete en un lujoso hotel y ahí las cosas se ponen en movimiento.
Kayla (Chloë Grace Moretz) es una nini (ni estudia ni trabaja) que miente en su CV -haciendo que otra persona pierda su trabajo- y queda como ayudante de un gran evento. Jerry es un problema para ese evento, entonces la alianza ocurre.
Una de las cosas que más sorprenden, es que la mayoría de los personajes son mala gente, salvo la novia por casarse, y el dueño del hotel (que está retratado como un idiota bonachón), el resto son tóxicos y tóxicas que con calzador encuentran algo de redención… al estilo cartoon.
La unión entre animación y humanos está MUY bien resuelta, similar a Who Framed Roger Rabbit (1988) y que le agrega nostalgia al combo; y un verosímil que no intenta ser serio y estructurado sino más lúdico: los humanos y los dibujos conviven y nadie se pregunta cómo y porqué. ¿O es que alguien piensa demasiado sobre cómo se esclavizan y hacen pelear animales entre ellos en Pokemon?
Todo se termina sintiendo más como un cortometraje alargado, con una historia de amor tirada de los pelos en la que no llegamos a empatizar nunca con la pareja involucrada. Las situaciones de slapstick entre los personajes animados es lo más divertido , pero terminan repitiéndose y no agregándole nada a un mundo que de tan despreocupado podría haberse jugado más.
Tom y Jerry es una película para chicos y chicas, que no le mientan a los padres y madres… nuestra generación la va a encontrar simplona y repetida. AHORA… si queres un poco de nostalgia, o la necesitas porque estás agobiado/a en épocas de pandemia, quizás sea una linda terapia pasarte 90 minutos con tus amigos de la infancia.