Mientras miraba «Tom y Jerry » de Tim Story, pensaba…¿por qué volver sobre tan buenos clásicos cuando no se tienen ideas consistentes? ¿qué sentido tiene desdibujar el encanto original con un guión pobre y una discutible perspectiva técnica (la utilización de personajes en 2D en un escenario natural de una comedia familiar con elenco de carne y hueso)?
Bueno, la respuesta es… O estaban convencidos de que la historia podía ser original y atractiva (y a ese señor que tomó la decisión me lo despiden ya mismo) o fue una estrategia de mercadeo para volver a instalar estos legendarios personajes en estos atribulados tiempos. Cualquier haya sido la razón, sorprende realmente lo anodino del relato, una trama más que sencilla en la que Chloë Grace Moretz y Michael Peña nos recuerdan que pocas buenas decisiones vienen tomando hace ya un largo tiempo. Escasas realmente, ya que sus proyectos no vienen a la altura de algunos momentos en sus carreras y esta propuesta, mucho no los hará levantar el perfil.
La historia cuenta los problemas de una chica que no viene con suerte (o si, no me queda claro), pero a la que extrañamente, le ofrecen una interesante posición de concerje en un hotel de primera línea. El lugar está alborotado porque prepara una boda muy importante y la imagen de la empresa se juega en esa tarea.
¿Qué tienen que ver Tom y Jerry con esto? Digamos que ellos están en su habitual rutina de «somos enemigos mortales» y eso alarma al encargado quien busca la forma de contener la aparición de ese molesto y simpático roedor con la tosca personalidad de Tom.
Armado el escenario, los chicos comienzan a hacer lo que conocen bien y aunque cueste entender la interacción entre los dos mundos, sentimos que la película no es divertida y que «Quien engañó a Roger Rabbit» está a miles de kilómetros de distancia de esta cinta.
Mientras miraba «Tom y Jerry » de Tim Story, pensaba…¿por qué volver sobre tan buenos clásicos cuando no se tienen ideas consistentes? ¿qué sentido tiene desdibujar el encanto original con un guión pobre y una discutible perspectiva técnica (la utilización de personajes en 2D en un escenario natural de una comedia familiar con elenco de carne y hueso)?
Bueno, la respuesta es… O estaban convencidos de que la historia podía ser original y atractiva (y a ese señor que tomó la decisión me lo despiden ya mismo) o fue una estrategia de mercadeo para volver a instalar estos legendarios personajes en estos atribulados tiempos.
Cualquier haya sido la razón, sorprende realmente lo anodino del relato, una trama más que sencilla en la que Chloë Grace Moretz y Michael Peña nos recuerdan que pocas buenas decisiones vienen tomando hace ya un largo tiempo. Escasas realmente, ya que sus proyectos no vienen a la altura de algunos momentos en sus carreras y esta propuesta, mucho no los hará levantar el perfil.
Hay cuestiones que pueden reciclarse. No creo que esta sea la forma, sinceramente. Moretz es una actriz con enorme potencial, pero no se entiende bien que hace aquí. Peña, ya nos tiene acostumbrados a historias demasiado livianas («Chips») y no aporta demasiado. El resto (incluso figuras como Ken Jeong), puede poco con la propuesta del guión.
Se que necesitamos en este momento cine familiar en salas. Lo se. Pero habiendo otras propuestas en cartel, creo que ésta no debería ser la primera elección, por mucho que les guste la pareja principal del título. Realmente esperaba más.