El personaje de una de las más conocidas series de videojuegos vuelve a la pantalla grande. Comparar a Vikander con Angelina Jolie es ocioso: esta Lara es más realista que aquella en cuanto a actuación y despliegue físico, lo que vuelve a esta película de aventuras fantástica un poco (un poco) más visceral que aquellas. El ritmo es bueno, Vikander se toma en serio el personaje y el film no aburre. No hay demasiado más: el viaje se disfruta y, también, se olvida rápido.