En tiempos de relanzamientos, porqué no resetear la saga nacida del video juego, ahora con la ascendente Alicia Vikander en lugar de Angelina Jolie. Una aventura bastante deudora de su fuente original, hay que decir, lo que explica que algunas secuencias de acción parezcan más circuitos de obstáculos para pasar a otra pantalla que narración cinematográfica en desarrollo. Es lástima, porque ese ritmo compulsivo, que reitera situaciones (otra vez en el agua a punto de ahogarse, de nuevo colgando de un precipicio), juega en contra del entretenimiento, y una película de acción con heroína joven en busca de su padre desaparecido en una isla maldita, debía por lo menos divertir. Es que Lara es heredera de un imperio que lleva su apellido, nena de un papá que partió, al perder a su esposa, en busca una legendaria diosa del mal japonesa. Porqué no.