Se va poniendo rancio el tema
Llegó la esperada secuela de "Tonto y Retonto" con un envión un tanto raro. Primero hubo una especie de fiebre promocional en la que cada imagen, poster, spot o trailer que salía volvía locos a sus fanáticos. Esto hacía emocionar a los productores cuyas estimaciones marcaban uno de los estrenos más fuertes del año. Luego, ya cerca de su estreno, la expectativa fue cayendo muchísimo, con cada vez menos ruido y acciones promocionales. Evidentemente hubo alguna gestión de marketing que falló en el tramo final. Esto produjo que muchos espectadores se esteraran tarde del estreno en pantallas comerciales, que el film durara poco en cartelera y por ende que la recaudación no fuera la calculada inicialmente. Ojo, no le fue mal en recaudación, pero lejos estuvo de ser uno de los estrenos más lucrativos de 2014. Si a esto le sumamos que el guión que armaron los hermanos Farrelly y compañía era, en comparación con la primera "Tonto y Retonto", bastante más flojo, estamos frente a un proyecto fallido. Sí, a esta secuela le fue bien en números pero no volvió a enamorar a los seguidores de Harry y Lloyd, por el contrario les dio la sensación de que lo que parecía muy divertido allá por los 90s ya no lo es tanto y que quizás sus ídolos de la comedia quizás están mejor guardados en la memoria de cada uno y no resucitados de esta manera.
Las gags de los Farrelly están medios rancios, con algunos aciertos, pero en líneas generales son mucho menos efectivos que lo que solían ser. Y es que el tiempo va pasando y lo que antes resultaba muy gracioso ya no lo es tanto. Últimamente estos hermanos directores de comedias vienen haciendo agua con sus proyectos. Unos ejemplos claro de esto fueron "Los Tres Chiflados" allá por 2012, "Pase Libre" estrenada en 2011 y "La mujer de mis pesadillas" del 2007. Muy lejos parece haber quedado el éxito de películas como "Loco por Mary", "Irene, yo y mi otro yo" y por supuesto la "Tonto y Retonto" original.
¿Qué es lo que falla? Principalmente la dinámica. Se nota que no han pensado una nueva forma de potenciar la comicidad de los personajes, sino que optaron por subirle el tono y exagerar de más el mismo tipo de humor que nos estregaron en los 90s. De hecho la secuencia de los post créditos da cuenta explícita de esto mismo que estoy criticando. Básicamente se comparan algunos de los mejores momentos de la uno con los que deberían ser los mejores momentos de esta secuela.
Por su lado, los protagonistas Jim Carrey y Jeff Daniels están muy bien en la vuelta a sus roles, pero también los noté un tanto más cansados, como si no hubieran estado del todo copados con el proyecto. La chispa está ahí, pero le faltó iluminar más.
Creo que Bobby y Peter Farrelly son dos tipos talentosos de la comedia que han perdido un poco el rumbo. Quizás se han puesto un poco viejos y no lo han notado, pero es evidente que deben buscar una nueva manera de hacer comedia o la balanza comenzará a desequilibrarse hacia el lado negativo. Ojalá nos sorprendan con algo más fresco en el futuro.